Los efectos que la sequía está produciendo en los embalses de los que se abastece Cáceres ha hecho que los responsables del suministro se muestren preocupados por las posibles consecuencias que este hecho pudiera tener en la calidad del agua.

Garantizado el abastecimiento, ya que por el momento no parece peligrar la captación desde el Almonte, los responsables de Canal de Isabel II, empresa que gestiona el suministro de agua en Cáceres, reconocieron ayer a EL PERIODICO que en estos momentos su máxima preocupación es la calidad del agua.

El intenso calor y el bajo nivel en el que se encuentran actualmente los embalses de los que se suministra Cáceres hace que el agua de éstos, tanto del Almonte como del Guadiloba, no presenten las mejores condiciones de calidad, con un aspecto verde y con numerosas partículas.

Por este motivo, reconoció ayer a este diario Gerardo Díaz, gerente de Canal de Isabel II, "en estos momentos nuestra máxima preocupación de cara a los dos o tres próximos meses es la calidad del agua, pues dada la situación actual tanto de la del Almonte como de la del Guadiloba, es muy probable que el agua que consumimos pueda tener en no mucho tiempo una peor calidad de la habitual".

No obstante, Gerardo Díaz advirtió, para tranquilidad de todos los consumidores, que de bajar la calidad del agua, como es previsible, "ésta sólo se vería afectada por un mal olor. En ningún caso --aseguró-- se vería afectada sanitariamente. Su potabilidad seguiría estando garantizada, no habrá ningún riesgo para la salud", aseveró.

BAJO NIVEL Sobre la situación actual del embalse del Guadiloba, del que depende el abastecimiento de agua a Cáceres, el gerente de Canal de Isabel II indicó que se encuentra al 49% de su capacidad, lo que significa que embalsa actualmente 10 millones de metros cúbicos de agua.

Díaz confirmó, al mismo tiempo, que por el momento se sigue bombeando desde el Almonte. Al respecto indicó que la toma de donde se extrae el agua que se lleva desde el Almonte hasta el Guadiloba se encuentra a tan sólo 72 centímetros de la cota en la que se hace aconsejable dejar de trasvasar por seguridad y para evitar daños en las bombas, pero en el Canal se confía en poder continuar con el trasvase.

En estos momentos, desde el Almonte se traen diariamente hasta el Guadiloba unos 30.000 metros cúbicos de agua, cuando el consumo diario de la ciudad está en 36.000 metros cúbicos. "Los 6.000 de diferencia son los que tenemos que extraer cada día del Guadiloba, y esto, junto con la evaporación, es lo que motiva el descenso en el agua embalsada", indicó Díaz, quien insistió en mostrar su confianza en poder mantener la captación de agua desde el Almonte.