La nueva presa de abastecimiento a Cáceres, proyectada en el río Almonte, se ha convertido, entre las grandes infraestructuras cuya realización y financiación dependen del Gobierno central, en la obra pública que más preocupa al consistorio a tenor de las declaraciones realizadas en las últimas semanas por Saponi, que siempre la cita como el primer asunto a tratar en los contactos que tras el verano espera mantener con representantes de los ministerios. Esa preocupación quedó refrendada el pasado jueves cuando el secretario de la junta local del PP, José Diego, solicitó a Medio Ambiente que no haya retrasos en su ejecución.

A pesar de las declaraciones que sobre la presa se han hecho en los últimos meses, esta actuación está aún "en el trámite reglado de la declaración de impacto ambiental", indicaron el viernes fuentes de la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT).

Según se anunció el pasado mes de septiembre por parte del ayuntamiento, la opción elegida por Medio Ambiente, que en los trabajos previos barajaba cuatro ubicación, para construir la presa es la Monroy-río Almonte, que está situada a unos 375 metros aguas abajo del viaducto de la carretera CC-128, cuyo trazado se tendrá que desviar. La declaración de impacto ambiental será la que determine el grado de afección de esta opción en el medio ambiente de la cerrada del río Almonte donde se proyecta la nueva presa y en su entorno.

CRITICA Y PLATAFORMA Para la plataforma que se ha creado para salvar la cuenta del río Almonte está claro que cualquier opción que afecte al río no es la más deseable, y así se recoge en la respuesta que grupos que participan en este colectivo remitieron al Ministerio de Medio Ambiente en contestación al contenido de la memoria-resumen sobre las obras para garantizar el abastecimiento a Cáceres.

En ese mismo documento se hace mención a estudios previos de la Confederación Hidrográfica del Tajo que advierten de la imposibilidad de satisfacer las demandas asociadas al embalse del Guadiloba "en el horizonte del año 2012", una previsión a la que ha hecho mención el alcalde en más de una ocasión al referirse a la necesidad de que la ejecución de la presa no se retrase. El nuevo embalse y el del Guadiloba serían compatibles, lo que triplicaría las reservas de agua para abastecer a la ciudad.

El nuevo presidente de la Confederación del Tajo, José María Macías, que el pasado abril accedió al cargo, destacó, en una reciente visita a Badajoz, la nueva presa de abastecimiento a Cáceres como una de las intervenciones pendientes en el Plan Hidrológico Nacional que hay que acometer, y aludió a que se impulsará el desarrollo del plan.