Los vecinos de La Madrila afirman que éste es el mejor año que recuerdan en mucho tiempo. Desde que entró en vigor la Ley de Ocio, y desde que el control policial es más férreo en las horas de cierre, logran descansar por la noche y hacen una vida "más o menos normal". El presidente de la barriada, Miguel Salazar, asegura que los ruidos han descendido a la tercera parte con respecto al volumen que soportaban antes del verano pasado.

"Algunos locales con categoría de bar ya ni siquiera reabren a las seis de la mañana, y los que siguen haciéndolo, o bien tienen la música más baja o ni siquiera la ponen". Salazar matiza que se han reducido tanto las molestias de los locales como las del público en la calle, y afirma que muchos hosteleros cumplen la ley.