El interno de la cárcel de Cáceres, el independentista gallego Uxio Caamaño Santiso, que en la madrugada del pasado miércoles, como ya adelantó EL PERIODICO el jueves, intentó una fuga de película del centro penitenciario, se encuentra en la cárcel cacereña como preso preventivo, a la espera de ser juzgado por la Audiencia Nacional por presuntos delitos de terrorismo.

Según pudo confirmar ayer este diario, fue el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno el que hace ya algo más de año y medio decretó su ingreso en prisión incondicional. Fue, concretamente, el 26 de julio del 2005, tres días después de que Uxio Caamaño (él se autodenomina Ugio Caamanho) fuera detenido por su presunta implicación en el atentado perpetrado ese mismo día en la oficina principal de Caixa Galicia en Santiago, en cuyo cajero se colocó un artefacto explosivo (una olla con tres kilos de explosivos) que no causó víctimas. pero sí importantes daños materiales.

Uxio Caamaño, natural de Vigo y uno de los líderes del grupo independentista gallego AMI (Assembleia da Mocidade Independentista), está acusado, en concreto, de un delito de terrorismo con estragos o incendio, tenencia de explosivos, colocación de artefacto, robo y uso de vehículo, y falsificación de documento oficial, ya que al ser detenido tenía en su poder un documento de identidad alterado.

AISLADO Aunque ingresó en prisión provisional hace algo más de año y medio, al Centro Penitenciario de Cáceres llegó a mediados de mayo del año pasado, tras haber pasado antes por las cárceles madrileñas de Soto del Real y Navalcarnero.

En el tiempo que lleva en Cáceres ha sido protagonista de algunas noticias, como la que suscitó la manifestación que algunos miembros de su grupo desplazados a la ciudad llevaron a cabo ante la cárcel en diciembre para pedir su traslado a un centro más cercano a Galicia.

Pero sin duda su intento de fuga del pasado miércoles sorprendió a todos, en especial por el método. Como ya adelantó este diario, ocurrió a las 05.15 horas. Uxio Caamaño utilizó unas sábanas anudadas y algunas cuerdas para descolgarse desde la ventana de su celda del módulo uno, en una segunda planta, hasta el patio. Previamente había serrado los barrotes, y aunque nada se ha desvelado sobre la herramienta usada para ello, se sospecha que la misma podría haberla sustraido algún preso común de los talleres que hay en el centro y dársela a Uxio a cambio de dinero. Una vez en el patio intentó alcanzar otro exterior escalando un muro, pero al parecer fue sorprendido por los funcionarios que estaban de servicio y evitaron su intento de evasión. Desde entonces Uxio se encuentra aislado.