"Sabía que no tenía ninguna posibilidad de defenderme y me sentí amenazada en todo momento por él", afirmó ayer la joven M. J. G. F., de 20 años, durante su declaración ante el tribunal para detallar lo que supuestamente ocurrió la noche del 7 de abril en el domicilio del acusado donde, aseguró, la violó en varias ocasiones. La presunta víctima admitió, a preguntas de la defensa, que el procesado la retuvo toda la noche en la cama y que accedió a ir a buscarle un vaso de agua sin huir. La defensa mantuvo que las relaciones entre ambos fueron consentidas y que, prueba de ello, fue la ausencia de lesiones de ningún tipo en el informe ginecológico a la que fue sometida la joven tras presentar la denuncia.