Unos meses después de la detención de Uxio Caamaño la Guardia Civil, en el marco de una operación dirigida por la Audiencia Nacional, detuvo en distintos puntos de Galicia a otros diez presuntos activistas de AMI. Todos ellos se consideraba mantenían vínculos con jóvenes del entorno del Movimiento Nacional de Liberación Vasco (MLNV), con los que presuntamente compartían tácticas de guerrilla urbana y violencia callejera.

Cuando fue detenido, Caamaño era uno de los líderes de AMI, que se considera a sí mismo "la vanguardia de la lucha revolucionaria para la liberación nacional y social de Galicia". Pese a ser natural de Vigo, su radio de acción se fijaba en Santiago, donde protagonizó acciones violentas contra distintos organismos, y tuvo ya que responder ante la justicia por retirar una bandera española de un edificio oficial y por amenazas a la Guardia Civil.