El macrojuicio por blanqueo de capitales supuestamente procedentes de la venta de droga que se celebra en Cáceres se ha retomado con la declaración de uno de los acusados, el presunto cabecilla de la organización, 'El Johnny', que ha dicho que el dinero procedía de la venta ambulante de fruta, de ropa en los mercadillos y de chatarra.

El macrojuicio sienta en el banquillo a 117 acusados en una zona habilitada expresamente en la Facultad de Empresas, Finanzas y Turismo .

El presunto cabecilla ha negado las acusaciones de blanqueo de dinero procedente de la venta de drogas.

Desde hoy y hasta el jueves testificarán los cuatro principales acusados, dos matrimonios de 117 personas.

La Fiscalía pide para los dos presuntos cabecillas la pena máxima de nueve años y medio de cárcel y multas de 150.000 y 500.000 euros, respectivamente, y, para sus esposas, ocho años y medio de prisión y multas de 100.000 y 800.000 euros, respectivamente, por un delito de blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal.

El primer acusado en hacerlo, que ha testificado esposado pues se encuentra en prisión actualmente por otros motivos y estuvo en ella por tráfico de drogas de 2004 a 2007, ha reconocido, a preguntas de la fiscal Yolanda Forte, alguno de los préstamos que pedía para "ayudar" a otros de los acusados en la causa y que cancelaba una vez le devolvían el dinero meses después.

A juicio de la Fiscalía, de 2005 a 2014 por "beneficios" por la venta y distribución de estupefacientes, los acusados "han disfrutado de un nivel de vida elevado que no se corresponde con su capacidad económica".

Para que pasasen "desapercibidos" los fondos, abrían cuentas corrientes en distintas entidades, algunas a nombre de menores, realizaban distintas operaciones financieras como imposiciones a plazo y préstamos "carentes de justificación" que se "amortizaban" con las cuentas, según la acusación.

"Si estuviera cometiendo un delito, no metería el dinero en el banco", ha argumentado el acusado, que ha agregado que se fiaba del director de la sucursal bancaria cuando firmaba al ser "analfabeto", y que ha justificado que algunas cuentas de los acusados estuvieran a nombre de menores para evitar pagar "las multas de tráfico".

Según la Fiscalia, el acusado realizó en esas fechas unos 40 ingresos en efectivo por "considerables importes" en distintas cuentas de 29 personas, que él no ha reconocido en su totalidad.

Sobre que en las cuentas figurara su domicilio en Plasencia (Cáceres) para la correspondencia bancaria, el acusado ha reconocido que a su casa llegaban muchas cartas a nombre de otras personas "por equivocación de Correos o del banco" y que él "devolvía al cartero".

'El Johnny', quien recibe una prestación de 425 euros mensuales desde hace 18 años por paro, ha subrayado además que sus ingresos procedían de la venta de chatarra de derribos de viviendas en distintas provincias españolas, con lo que obtenía "hasta 5.000 euros" ciertos meses, la venta ambulante de fruta y de ropa en mercadillos.

La fiscal le ha recordado que según afirmó el acusado en 2007 a las sucursales sus ingresos eran de 20.000 euros brutos anuales y ha mostrado su sorpresa por la concesión a él y a su mujer de los préstamos, que en ocasiones llegaban a los 30.000 euros.

Por otro lado, preguntado por su relación con la Iglesia Evangélica de Plasencia y sus donaciones a ella para la compra de un local, ha dicho que iba "poco" y que cada uno daba lo que podía "50, 100, 200 euros", por lo que ha negado que sus donativos fueran altos.

Por su parte, el abogado defensor de cuatro de los acusados, Estanislao Martín, ha afirmado a los medios que no está demostrado que el dinero venga del tráfico de drogas y ha dicho que se intentará demostrar que el dinero viene "del trabajo de toda la vida de los acusados".