La previsión de presupuesto que el ayuntamiento maneja para 2017 es la más reducida de la última década, incluso de los últimos 12 años si se tiene en cuenta que en 2010 y 2011 se prorrogaron las cuentas de 2009. Pero también es más real que la de presupuestos anteriores porque es la primera vez en mucho tiempo que no se incluye una previsión de ingresos procedente de la venta de parcelas municipales, ya que es una proyección que no se cumple, que solo ha servido para anunciar inversiones que la mayoría de las veces no se han podido ejecutar porque los concursos que se convocan para la enajenación de parcelas quedan desiertos. Solo en casos puntuales, como el de los proyectos comerciales de AKI junto a la estación de ferrocarril y el de Mercadona en Casa Plata, se logró vender suelo.

Las cifras con las que se trabaja para las cuentas de 2017 son las de un presupuesto equilibrado en gastos e ingresos con una previsión de 62,7 millones. Son más reducidas, por ejemplo, que las de los años 2006 y 2007, hace ya una década, cuando estos ejercicios se iniciaron con presupuestos por encima de los 70 millones, en el caso de 2006, y de los 80, en 2007, aunque en el primero se presupuestaron 9,6 millones por venta de parcelas y en el segundo se superaron los 16, unas planificaciones a las que no se llegó.

Los presupuestos de gastos del ayuntamiento han pasado de los 89 millones que se calcularon para 2008 y 2009 a los 68 de 2014 y 2015, los 66 de 2016 y los 62 que se esperan para 2017. En esta reducción ha influido no solo que para el próximo año no se prevea vender suelo para financiar inversiones, sino que ha habido que ajustar los números a la realidad de la caída del impuesto de construcciones o a la salida de las cuentas tanto de los gastos como de los ingresos del servicio municipal de agua y alcantarillado, fuera ya en 2012, ya que desde entonces, con la aplicación de un nuevo contrato, la concesionaria percibe directamente la tarifa de los usuarios.

Tras el presupuesto extraordinario de 2012, en el que se incluyó el ingreso de 30 millones del canon del agua, las cuentas de los últimos ejercicios han estado por debajo de los 71 millones hasta llegar a 2017, año en el que se toca suelo con 62,7 millones y con un capítulo de inversiones que solo queda en 1.078.700 euros, muy por debajo de ejercicios anteriores, pero que es más real, no está inflado con unas proyecciones de ingresos por venta de parcelas que después no se producen.

Del borrador de las cuentas de 2017 también resalta que aumenta en 1,4 millones la previsión de ingresos de los impuestos directos porque, entre otros motivos, se calcula que la recaudación por IBI se incrementará en un millón de euros. Además está el aumento en 1,3 millones del gasto en transferencias corrientes, algo que se explica porque la aportación a la diputación (que ya es el principal acreedor del ayuntamiento) para el servicio de bomberos se incrementa en 1,1 millones.