Dos de los cuatro detenidos en la operación antidroga realizada el pasado lunes y que se saldó con el atropello de un policía nacional se encuentran ya en la cárcel. Tras pasar tres días en los calabozos de la Comisaría, en los que ingresaron a primera hora de la tarde del lunes tras ser detenidos hacia las 14.30 horas en la avenida de la Universidad, a primera hora de la mañana de ayer fueron traslados a los juzgados, de los que dos de los detenidos saldrían hacia la prisión.

Luis B. N., el autor material del atropello, y su cuñado Juan Carlos L., al que le fue intervenida droga en el vehículo, fueron trasladados al centro penitenciario sobre las 15.00 horas, una vez que el juez del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1, al que ha correspondido la instrucción de esta causa, decretara para ambos su ingreso en prisión provisional.

Para Juan Carlos L. decretó libertad provisional sin fianza; mientras que para Luis B. decretó el ingreso en prisión provisional bajo fianza de 3.000 euros, que su abogada anunció abonarán lo antes posible, previsiblemente hoy mismo.

Una vez que se pague la fianza el juez habrá de establecer otra medida cautelar para este detenido, como la de comparecencia en el juzgado con la frecuencia que se considere oportuna. Precisamente la obligación de comparecer los días 1 y 15 de cada mes fue la medida cautelar que se ha impuesto en el caso de la mujer y la hija de Luis B., detenidas junto a los dos anteriores por los mismos hechos y para las que el juez decretó ayer la puesta en libertad provisional con la obligación de personarse en el juzgado los días antes indicados.

Fueron estas las resoluciones adoptadas por el magistrado José Lozano, encargado del caso, tras tomarles declaración, en la que todos negaron los hechos que se les imputan (atentado a agente de la autoridad y tráfico de drogas).

Luis B. negó que atropellara intencionadamente al agente de la policía nacional para intentar huir, asegurando que fue el policía el que "se arrojó sobre el coche y se sujetó al limpiaparabrisas, que se rompió y por ello cayó al suelo, yo nunca intenté atropellarle"; mientras que Carlos L. manifestó que la droga que llevaba en el coche, unos 4 gramos de una sustancia estupefacientes, presuntamente cocaína, era para consumo propio, pues según aseguró "nunca ha vendido droga a nadie ni se la ha pasado a su cuñado para que él la vendiera".