El Juzgado de lo Penal Número 1 condena a una funcionaria del juzgado a dos años de prisión por revelar datos privados de la que era novia de su exmarido. Según recoge la sentencia la acusada, por despecho porque el que fuera su esposo había iniciado una nueva relación, y aprovechándose de su condición de empleada del Palacio de Justicia, decidió meterse en el historial de la nueva pareja de su exmarido porque conocía que tenía asuntos judiciales pendientes por robo y deudas. «Con el propósito de ponerle de manifiesto el carácter de morosa de su nueva pareja», dice el fallo, le acabó remitiendo las fotografías de un pantallazo de su ordenador profesional en las que se reflejaba la información que había encontrado.

Por estos hechos se le considera culpable de un delito de acceso y difusión de información de un particular por parte de un funcionario público y se le condena, además de a la pena de cárcel, al pago de una multa de 3.650 euros y a la suspensión de empleo durante un año.

Se le condena también por otro delito de amenazas en el ámbito de la violencia doméstica. Y es que, tal y como recoge el fallo, al conocer que ambos habían iniciado una relación les mandó a través del móvil una centena de mensajes con el objetivo de «desprestigiarles y amedrentarles». A su exesposo le dirigía expresiones como «cabrón», «come mierda», «drogadicto», «pervertido»,... Y a su nueva compañera y a la hija de esta les llegó a decir que había pedido 2.500 euros de adelanto «para que les pegaran un tiro», que «por 4.000 euros morirían él, su perra y el cachorro» y que «Cáceres es muy chico y que o morían la modelo y el cachorro o morían todos». Por este delito se le condena a 30 días de trabajos en beneficio de la comunidad y a una orden de alejamiento de su exmarido, su nueva pareja y la hija de esta durante seis meses.

El juzgado también la ha condenado por otro delito continuado de injurias, por el que debe cumplir treinta días de trabajos en beneficio de la comunidad. Y debe indemnizar a la que fuera novia de su expareja con 3.000 euros por los daños morales que le causó. La sentencia no es firme y puede recurrirse a la Audiencia.