El colegio de educación especial Proa ha invertido más de 7.000 euros de fondos propios en trabajos de mantenimiento que ni Junta de Extremadura ni ayuntamiento han incluido dentro de los arreglos llevados a cabo durante el periodo estival. Así, el centro ha arreglado los accesos desde la calle Río Tíber, cuyo asfalto se encontraba levantado y con baches, situación que había llevado a los proveedores a negarse en alguna ocasión a entrar en el recinto del colegio.

También se han colocado nuevas vallas perimetrales y han reparado el muro exterior para impedir que por las noches entren personas en el recinto. Se reparará además el mobiliario del internado, ya que algunos muebles se encuentran muy deteriorados. "Son algunas de las cosas más urgentes, pero el colegio necesita más", dijo el director del centro, Sixto Iglesias.

Por su parte el ayuntamiento se ha comprometido a pintar la zona de las aulas, cuyas paredes están desconchadas por las humedades. Quedará pendiente pintar el internado, pero de momento no entra en el presupuesto.

Durante el verano la Consejería de Educación ha llevado a cabo el arreglo de la cubierta, con humedades, y de la calefacción, que llevaba años estropeada, trabajos en los que ha invertido 59.000 euros. "Eran cosas de mucha urgencia, pero el colegio necesita un repaso absoluto: Pintura, techos caídos, paredes estropeadas,...", señala el director.

Por otro lado, nada se sabe del futuro traslado del centro a una parcela de Casa Plata. Los padres y la comunidad educativa insisten en la necesidad de que el cambio se produzca "cuanto antes". "Había un compromiso de que el traslado de este centro era prioritario, pero ya ha salido a concurso la construcción de un colegio en Badajoz y nosotros aún estamos esperando. No se puede demorar más", dice Sixto Iglesias.

El Gobierno de Extremadura asegura que aún se están realizando los estudios necesarios sobre la viabilidad de la nueva ubicación, pero no aclara si en los presupuestos del 2014 se contemplará la ejecución del nuevo centro.