Alcántara se queda sin su festival de teatro. A tan solo escasos días para que arrancaran las representaciones de esta edición, un problema administrativo provoca que el certamen no se celebre por primera vez en 34 años. Así lo anunció el ayuntamiento de la localidad, que a través de una escueta nota en la que apenas no entró en detalles, hizo pública la noticia. Según precisa el comunicado, la administración decidió anular la adjudicación del contrato después de que la Comisión Jurídica de Extremadura estimara un recurso interpuesto por Lope Ángel García Tamarit de Servicios Especializados en Distribución Artística S.L.

La noticia de la suspensión del festival generó «sorpresa» ayer en el mundo de la cultura, que de forma unánime mostró su malestar tras lo que consideran una decisión «precipitada». Por su parte, la empresa adjudicataria por segundo año, La Tropa Produce, hizo alusión a la «premura» de la adjudicación inicial y lamentó que los «verdaderos perjudicados» son vecinos, visitantes y amantes del teatro a los que «se les priva de la oportunidad de disfrutar de uno de los eventos culturales más importantes en Extremadura y en España».

También mostró su asombro a este diario Francisco Magariño, director del certamen durante veinte años. Calificó la decisión de «triste» y «lamentable». «Un festival de esta categoría no se debe suspender de la noche a la mañana por respeto al mundo de la escena, a las entidades y al origen del certamen», apuntó y pidió que «se pongan los medios» para garantizar su celebración en el futuro. «El ayuntamiento no debe dejarse ir el festival, es vital, esto debe servir como toque de atención», sostuvo.

Las instituciones provinciales y regionales también se manifestaron sobre la decisión. Por su parte, la Junta de Extremadura, que aporta 45.000 euros en ayudas, quiso dejar constancia del «compromiso» con el certamen y puso de manifiesto que ya ha contactado con el consistorio para conocer los detalles exactos de la cancelación y estudiar vías para mejorar la gestión. Más crítico se mostró el diputado Álvaro Sánchez Cotrina, que mostró su «perplejidad» ante lo que consideró «una muerte anunciada por la deriva en la gestión». «Perdemos todos, no debemos permitirnos que emblemas tan importantes para la provincia se vengan abajo condenando a la irrelevancia el futuro de un pueblo», sentenció.