El cloro gas que se utiliza para el tratamiento del agua para su desinfección y potabilización se va a sustituir por dióxido de cloro para rebajar los niveles de trihalometanos, sustancias químicas que aparecen en el agua al tratarla en la planta potabilizadora. El índice de los trihalometanos en Cáceres ha estado en los últimos análisis cerca del límite que se fija en la legislación de calidad del agua para garantizar que no tiene incidencia en la salud.

Esta modificación en el tratamiento del agua obliga a realizar obras de reforma en la planta de tratamiento de la Montaña, en la que habrá que adecuar las instalaciones para almacenar y dosificar el clorito sódito que al juntarlo con el cloro genera el dióxido para tratar el agua.

El director técnico de Canal en Cáceres, José Luis Castaño, explicó que en ensayos y pruebas realizadas se ha comprobado que la utilización de dióxido de cloro reduce los valores de trihalometanos en el agua. Como ejemplo, se refirió a un ensayo hecho con agua destilada, a la que se añadió ácido húmico (materia orgánica en descomposición y que arrastra el agua de lluvia) y que se trató con cloro gas y con dióxido de cloro. Con cloro gas acabó con un nivel de trihalometanos de 27,5 microgramos por cada litro, mientras que con dióxido se quedó con 0,3 microgramos por cada litro.