Los profesores de hasta tres centros concertados de la capital cacereña (Las Carmelitas, San Antonio de Padua y Las Josefinas) se concentraron ayer, en el patio o junto a la fachada de su colegio fuera del hoario lectivo, para protestar contra los recortes en las aulas que han sufrido para este curso académico 2016/17, cuya publicación oficial en el Diario Oficial de Extremadura (DOE) no tuvo lugar hasta ayer por parte de la Junta de Extremadura.

«Queremos mostrar nuestra disconformidad. Nos hemos quedado con dos grupos de 4º ESO y alumnos tenemos. Vamos a seguir luchando e incluso estamos barajando la posibilidad de hacer algo más fuerte. Queremos juntarnos AMPAS y profesores y hacernos sonar», apuntó ayer Maite Galán, una de las maestras de Las Carmelitas que se concentró a las 14.00 horas en la puerta del centro.

El DOE recogía ayer la resolución de los conciertos educativos del gobierno regional para el presente curso, que realiza modificaciones (ya sea de supresión o incremento de líneas educativas) en nueve colegios concertados de la provincia cacereña y otros 10 de Badajoz. Los centros en los que se suprime algún aula en Cáceres son cinco: Paideuterion y Sagrado Corazón, que contarán con una clase menos de Infantil; Las Josefinas y San Antonio de Padua, que pierden un curso de 3º de ESO; y Las Carmelitas, en donde se elimina una línea de 4º de ESO. Además, a ellos hay que sumarle el colegio Santísima Trinidad de Plasencia, que también ha perdido un grupo de 4º de ESO. No obstante, también hay centros que han ganado en aulas. El colegio Nazaret aumenta una línea de 6º de Primaria; en el Sagrado Corazón obtienen una unidad de apoyo en Primaria; y en el Ginés de los Ríos se transforma la unidad de apoyo de compensación educativa en una unidad de apoyo de necesidades educativas especiales.

BADAJOZ / Por su parte, en Badajoz hay hasta cuatro colegios concertados que pierden una línea educativa, aunque dos de ellos ganan otra. En el centro Jesús Obrero de la capital pacense se retira una línea de Infantil; en el colegio Santa Teresa de Cabeza del Buey se suprime un aula en Primaria; en el Ruta de la Plata de Almendralejo pierden una clase de Infantil pero ganan un aula de 1º de Primaria; y en el San Francisco Javier de Fuente de Cantos se suprime un aula de Primaria pero suman una de Infantil. Asimismo, el colegio María Auxiliadora de Mérida gana una línea de 5º de Primaria y el centro Santa Eulalia de Mérida también incorpora una unidad de apoyo para Primaria.

Por último, cabe mencionar los reajustes en los centros de educación especial infantil y básica obligatoria. Concretamente, los centros San Marcos de Almendralejo y Nuestra Señora de las Cruces de Don Benito ganan una unidad para tratar niños autistas y una de educación infantil respectivamente. Sin embargo, tanto el colegio Nuestra Señora de la Encina de Cabeza del Buey como el Santiago Apostol-Jenara de Llerena pierden una unidad de autismo.

Al margen de los recortes, uno de los principales problemas para los centros concertados ha tenido que ver con la tardanza de la publicación oficial en el DOE, que ha imposibilitado haber llevado a cabo una planificación adecuada. «Nosotros hemos estado funcionando con las tres líneas de 3º de ESO hasta hoy. Ahora estamos haciendo horarios nuevos, hay que reagrupar a los alumnos... Porque la comunicación de que perderíamos un aula fue un simple mensaje por Rayuela (plataforma oficial de Educación en Extremadura) y eso no es oficial», señaló Carmen De la Calle, profesora del colegio San Antonio de Padua.

«Además, los profesores tienen derecho a mantener su jornada laboral y a reclamarla hasta que no se reciba confirmación oficial, con lo que nosotros no podíamos hacer nada hasta hoy (por ayer)», añadió.