Urvicasa, una de las principales promotoras y constructoras de Extremadura, ha presentado en el juzgado un preconcurso de acreedores. La empresa se ha visto afectada por el traspaso a la Sareb de préstamos que tenía contratados con Bankia para tres promociones de viviendas protegidas en la región. Urvicasa tiene en negociación la firma de un convenio con las entidades de crédito que son sus principales acreedoras, según aseguraron ayer fuentes de la empresa, que añadieron que están tranquilos porque se cuenta con activos suficientes para atender su deuda. El preconcurso se presentó el 21 de marzo, abriendo un plazo de 3 meses para renegociar el débito.

El real decreto 1559/2012 obligó a las entidades y bancos nacionalizados (BFA-Bankia, Catalunya Banc, NCG Banco y Banco de Valencia) a traspasar a la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) los préstamos inmobiliarios que fuesen superiores a los 250.000 euros.

El traspaso de los préstamos al 'banco malo' "nos ha puesto en una situación de bloqueo en las tres promociones", según explicaron las fuentes consultadas de la empresa, quienes añadieron que además influye "en la tesorería a corto plazo". El paso de los préstamos a la Sareb ha provocado "una parálisis" en el funcionamiento habitual de la empresa porque "no te dejan operar, ni atienden, ni notifican".

Los principales acreedores de la promotora extremeña son entidades de crédito, con las que se va a negociar el pago de la deuda, mientras que el impacto en los proveedores de materiales y servicios "es bastante menor, nuestros principales acreedores son los bancos", puntualizaron.

Lo que ha pasado a Urvicasa con el traspaso de los préstamos inmobiliarios a la Sareb se ha repetido con otras promotoras del sector de la construcción dedicadas al desarrollo de viviendas protegidas o de VPO en otras comunidades. En estos casos pasa lo mismo que con Urvicasa: la falta de información por parte de la Sareb sobre la viabilidad de los préstamos que en su día concedió Bankia hace que no se tenga conocimiento de la disposición de unos créditos que son necesarios para atender pagos y para la ejecución de viviendas que ahora dependen de la Sareb o 'banco malo' para su financiación.

Con el preconcurso las empresas cuentan con más margen temporal antes de verse obligadas a entrar en situación concursal. Se amplía el tiempo para renegociar la deuda con acreedores. Una de las ventajas es que se amplía hasta un total de seis meses el plazo para que la empresa intente reflotar su situación.