Promotores cacereños barajan convertir la antigua cárcel de prisioneros de la guerra civil, situada en la carretera de Malpartida, en el primer hotel de cinco estrellas de la ciudad.

La singular casa de las cigüeñas, propiedad de Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno y Seebacher, marquesa de Santa Marta, se convertirá en un complejo hotelero de lujo a mediados del año 2005, según confirmaron a este diario los representantes legales de los dueños.

El inmueble está siendo rehabilitado por la empresa Construcciones Abreu desde hace algo más de año y medio. Los trabajos se encuentran en la actualidad en la fase de renovación de los tejados tras haber finalizado los de demolición.

La inversión correrá a cargo íntegramente de los propietarios particulares y alcanzará los seis millones de euros (1.000 millones de pesetas). Aunque aún no está definida la categoría del hotel, los propietarios no descartan que pueda ser también un cuatro estrellas. "Todo dependerá de la cadena que quiera explotarlo cuando esté terminado", indicaron fuentes de la propiedad.

Aunque se han producido contactos, los representantes de los propietarios dejaron claro que no existe aún acuerdo para ceder la explotación del inmueble. Contará con cerca de 45 habitaciones repartidas en dos plantas y con todos los servicios de un hotel de lujo. Los 60 nidos de cigüeñas existentes en la finca fueron trasladados por una empresa a postes especiales.