Pocos negocios pueden mantenerse a flote si permanecen cerrados durante tres meses. El Estado de Alarma ha sido el caldo de cultivo ideal para el cese de cualquier comercio: pelean por persistir ante los altos alquileres que penden sobre sus bolsillos, los gastos del producto de la temporada de primavera despilfarrados y ningún ingreso a la vista. El ambiente económico cacereño ha vivido una de sus épocas más difíciles, y la crisis se ha cebado especialmente con los pequeños autónomos de zonas comerciales como San Pedro, Pintores o Moret.

Ante esta situación, algunos empresarios han sufrido más que otros. Quienes más facilidades han tenido son aquellos cuyo alquiler ha sido derogado durante los meses del confinamiento. En relación a este tema, Lucía Prado Escudero, gerente de la asociación Aeca, afirma que los propietarios de los locales han sido, en general, «benevolentes».

Añade que, mientras que unos han decidido eximir por completo de la deuda a sus arrendatarios, otros han optado por aplazarla. De esta forma, puede ser pagada una vez que la situación se estabilice y las ventas hayan vuelto a normalizarse.

No todos los arrendadores han adoptado esta decisión. Si bien es cierto que Aeca se refiere a ellos como «casos aislados en nuestra ciudad». Algunos se han negado a permitir el incumplimiento del contrato. Los autónomos pueden enfrentarse en ese caso a una orden de desalojo. Ante esta situación, fuentes comerciales consultadas por este diario han asegurado que planean recurrir a la vía judicial para que no se les cobre el alquiler de esos meses, en un último intento por mantener su comercio abierto. «La mayoría de propietarios tienen otros locales», aseveran las mismas fuentes, con visible indignación. «No es que les vaya a faltar dinero si dejan el alquiler a la mitad.»

En medio de una crisis sanitaria y económica de proporciones históricas, el comportamiento tomado por los propietarios hacia el pequeño comercio se convierte en la fuerza necesaria para inclinar la balanza entre la supervivencia y el cierre.