La propuesta encargada por la CHT incluye medidas para acabar con la degradación de la Ribera, como el análisis de aguas o garantizar un caudal mínimo y un cauce natural. La prioridad es eliminar la contaminación y recuperar el estado de salubridad necesario para desarrollar actividades en sus alrededores. El estudio recoge que la rehabilitación más visible debe realizarse en el tramo comprendido entre el Puente de San Francisco y el Puente Nuevo. El informe incluye un estudio arqueológico y otro del medio natural para señalar los elementos a proteger durante las obras.