Nació en 1949 a raíz del Protocolo 1 del Tratado de Ginebra sobre Protección a las Víctimas de los Conflictos Armados Internacionales. Setenta años después de su creación, el Ayuntamiento de Cáceres agiliza los trámites para que Protección Civil pueda tener presencia en este municipio mediante una agrupación propia. El reglamento, ya ultimado, se encuentra en fase de exposición pública. En breve, todos los ciudadanos que lo deseen podrán formar parte de una de las organizaciones más reconocidas y valoradas, con presencia en la mayoría de los países para apoyar a las personas y bienes ante los distintos tipos de emergencias y catástrofes, ya estén originadas por causas naturales o derivadas de la acción humana, de manera accidental o intencionada.

Protección Civil se organiza a través de los ayuntamientos. En España funcionan unas 1.400 agrupaciones y en la provincia cacereña una veintena, pero curiosamente en la capital nunca ha existido. Era una asignatura pendiente. «Echamos en falta esta agrupación en Cáceres cuando vamos a otros municipios y vemos el apoyo que presta a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y a los servicios de emergencia. Por ello hemos decidido dar el paso desde el ayuntamiento», explica Rafael Mateos, concejal de Policía Local y Seguridad, y portavoz del Gobierno municipal.

SEDE EN LA JEFATURA / El pleno ha dado luz verde y el proceso constitutivo está a punto de concluir. Protección Civil de Cáceres tendrá su primera sede en la Jefatura de la Policía Local, donde dispondrá de espacio para mantener sus encuentros y guardar el material, los vehículos, los equipos de comunicaciones, los uniformes... Podrán inscribirse como voluntarios los ciudadanos mayores de 18 años. Se trata de un compromiso serio que requiere un proceso de formación y una participación responsable, en cuanto que se trabaja en eventos masivos o en circunstancias sensibles, manejando información delicada.

Entre los objetivos de la Agrupación de Protección Civil de Cáceres, similares a los del resto de agrupaciones, destacan «el estudio y la prevención de situaciones de grave riesgo colectivo, catástrofe o calamidad pública, así como colaborar en la protección y socorro de las personas y los bienes cuando dichas circunstancias se produzcan», recoge el reglamento. Los voluntarios también deberán colaborar para garantizar la coordinación preventiva y operativa que evite estas situaciones, o bien que reduzca sus efectos y repare los daños una vez producidas, y en todo caso han de contribuir a corregir las causas para que no vuelvan a suceder.

Además, la agrupación podrá utilizarse «como apoyo auxiliar en tareas preventivas y de intervención, en situaciones de emergencia como accidentes o siniestros, siempre bajo la supervisión del responsable del operativo», señala el reglamento. Asimismo, establece que los voluntarios podrán participar en los operativos de diferentes eventos y actividades públicas o privadas (en el caso de Cáceres, por ejemplo Womad, Semana Santa, Feria de Mayo...).

Protección Civil tendrá como objetivo la formación del ciudadano en esta materia mediante los planes específicos que se establezcan desde el Ayuntamiento de Cáceres y la Junta de Extremadura. En realidad, las funciones de la organización son competencia del Gobierno autonómico, dependen de una ley estatal y están organizadas por la Administración local, «responsable de los planes de emergencia municipales y de la promoción de la autoprotección, dentro de la cual se incluyen los servicios y cuerpos de voluntariado para prevenir situaciones de riesgo, por ello pondremos en marcha la agrupación», subraya Rafael Mateos.

En concreto, Protección Civil previene, planifica e interviene en circunstancias de riesgo como incendios, fenómenos meteorológicos adversos (altas temperaturas, frío intenso, lluvias abundantes, nevadas, tormentas o vientos fuertes), fenómenos geológicos (movimientos de terreno, terremotos...), fenómenos hidrológicos (inundaciones, sequías, situaciones especiales en las presas...), y los denominados riesgos tecnológicos (nuclear, radiológico, químico, situaciones derivadas del transporte de mercancías peligrosas...).

Puesto que también colabora en sucesos y accidentes, y echa una mano en la organización de eventos, «Protección Civil será un servicio de apoyo a la Policía Local y a los servicios de emergencia. Los voluntarios podrán realizar ciertas funciones similares a los agentes en algunos puntos de control, y prestar ayuda a los servicios sanitarios. Para ello deberán estar debidamente preparados a través de la formación ofrecida desde la Administración central, autonómica y local, por ejemplo cursos de primeros auxilios o de control del tráfico», explica Mateos. Pero ojo, se trata de una labor de colaboración «que en ningún caso podrá suplir las tareas de los funcionarios que realizan propiamente esas funciones», matiza el edil. Es decir, estarán muy claros los límites de actuación de estos voluntarios, que además trabajarán siempre de forma altruista, sin remuneración económica. «Su pertenencia será gratuita y honorífica», matiza el reglamento.

VESTUARIO Y EQUIPAMIENTO / El ayuntamiento deberá proporcionar el vestuario y los medios materiales necesarios, que serán obligatorios para los voluntarios «en casos de intervención especial, siniestros o calamidades, a efectos de protección e identificación», dice el reglamento. De hecho, el consistorio tiene consignación presupuestaria en 2018 para poner en marcha la agrupación con sus uniformes, su equipamiento y su sede, recuerda Rafael Mateos. También la Junta de Extremadura pone a disposición de estas agrupaciones (ya hay medio centenar en la región) una serie de materiales como hospitales de campaña. Falta por determinar los vehículos que utilizará la agrupación cacereña, bien de nueva adquisición o bien reutilizados de otros usos municipales que se encuentren en buen estado. También se nombrará un coordinador que estará al frente de la agrupación dentro del término municipal (en algunas poblaciones son agentes de seguridad en segunda actividad).

Cuando finalice el periodo de información pública, si no hubiese más aportaciones, el reglamento se trasladará a la Junta para la inscripción de la nueva agrupación en el registro. Comenzará entonces la incorporación de los voluntarios. «No hay límite, cuantos más, mejor servicio podremos prestar», concluye el edil.