En España, la fuerza de los ciudadanos a través de las redes sociales ha conseguido que el banco no desahucie a una abuela con sus cuatro nietos en Mallorca, que una madre de tres hijos no vaya a la cárcel por comprar comida y pañales con una tarjeta que encontró en Valencia, que el Gobierno de Canarias no cierre su Unidad Cardiaca Infantil, y que se retiren programas de televisión que lesionan la sensibilidad. También los cacereños han tomado las nuevas armas de la lucha social --ordenador, tablet, móvil...--, y han emprendido sus propias cruzadas, conscientes de que nunca como ahora fue tan fácil denunciar una injusticia o promover una causa solidaria, y lanzarla en minutos al mundo a través de las redes sociales.

Sin duda, la madre de las herramientas crear campañas y conseguir apoyos es la plataforma 'Change.org', a la que ya se han unido más de 15 millones de personas para cambiar el mundo con propuestas particulares. El final de las torturas a las lesbianas en Ecuador, o la promoción de la niña Malala (atacada por los talibanes) al Premio Nóbel de la Paz, han sido algunas de sus cientos de victorias. La capital cacereña ya tiene varias campañas en 'Change.org', en las que también cuenta la firma de cada internauta. Algunas han acabado incluso logrando su objetivo.

'ALZAPIERNAS ACCESIBLE' El despido del único pediatra endocrino del Hospital San Pedro, el traslado de las antenas de la plaza de Italia o la falta de comedor en el colegio Delicias son algunas de las reivindicaciones iniciadas por ciudadanos cacereños en 'Change.org'. La más reciente petición ha partido de José Manuel Rodríguez López (Cáceres, 1970), corredor de seguros y ciudadano inquieto. Tras descubrir esta plataforma a través de un programa de radio durante un viaje de negocios, entendió que tenía que hacer su aportación y lanzó una campaña sobre un tema que le preocupa hace años. La tituló: 'Hacer accesible para minusválidos la calle Alzapiernas de Cáceres', y estaba dirigida al ayuntamiento.

En pocos días ha alcanzado las cien primeras adhesiones y sigue adelante ganando respaldos. Las firmas, todas con nombre y apellidos, mail y código postal, están acompañadas de las razones que esgrimen los ciudadanos para apoyar la causa: "porque hemos de hacer la vida más fácil a las personas con discapacidad y a quienes dedican su vida a cuidarlas"; "porque es peligrosa para una persona normal, imaginaros para una persona minusválida o para padres con carritos de bebe"; "porque mi insignificante firma es lo único que tengo para ayudar a alguien". Así, muchos argumentos más...

José Manuel Rodríguez está sorprendido por el eco inicial de su petición. Siempre interesado por las cuestiones de la ciudad y autor de algunos artículos, asegura que la "absurda" situación de Alzapiernas siempre le ha sorprendido. La conoce muy bien ya que a los 8 años se trasladó a vivir a Obispo Galarza, donde continúa el domicilio de sus padres. "Acceder a la rampa por la parte inferior de la calle ya es casi imposible para una silla de ruedas, porque empieza con un bordillo alto", describe José Manuel. "Luego está la inclinación, bastante considerable. Pero es que al final de la rampa, una vez arriba, ésta desaparece por completo y hay que salvar el último tramo subiendo un buen número de escaleras empinadas", detalla.

Lo más llamativo es que Alzapiernas constituye el paso natural desde el parking de Galarza a la plaza Mayor y a la Ciudad Monumental. Sin duda, un recibimiento poco acogedor para quien visite la ciudad con silla de ruedas, bastones, muletas o carritos de bebé. Los cacereños lo saben y dan un rodeo por Parras, el callejón de Felipe Uribarri Vergel y San Juan. Los turistas deben ingeniárselas, "Y no olvidemos que Cáceres es Patrimonio de la Humanidad", recuerda José Manuel. La ciudad también tiene el reciente título de Premio Reina Sofía de Accesibilidad Universal.

LUCHAR ES SENCILLO El funcionamiento de esta plataforma es muy fácil, de ahí su éxito. Cualquier persona de cualquier lugar del mundo puede iniciar una petición sin ningún coste, referida a un tema que se desea cambiar para mejorar la sociedad. En pocos minutos ya está lista en 'Change.org'. Posteriormente, también tiene la posibilidad de enviar su petición a sus contactos en Facebook, Twitter o el mail, quienes a su vez pueden difundirla. De hecho, la plataforma calcula que por cada 170 amigos de promedio, éstos multiplicarían la difusión a otros 10.000. Además, 'Change.org' va poniendo retos para sumar más apoyos. Cuando se acumula un determinado número de firmas, indica las que faltan hasta el próximo objetivo.

"Juntos, somos poderosos", dice el creador de esta exitosa herramienta, Ben Rattray. Su página de inicio muestra algunas de las sonadas victorias conseguidas en diversos países del mundo.