La sexta jornada consecutiva de la huelga de hambre de los bomberos se trasladó ayer a la calle y obligó a la subdelegación del Gobierno a montar un dispositivo especial de seguridad para proteger las instalaciones de Aldea Moret donde se encuentran los bomberos sustitutos y los vehículos del Sepei.

Alrededor de 400 personas, principalmente familiares de los huelguistas, se concentraron espontáneamente a mediodía de ayer ante el parque móvil de la diputación y el centro operativo regional del plan Infoex, en el polígono industrial de Aldea Moret, en señal de protesta por la incorporación de los sustitutos. Aunque no se produjeron incidentes, la Policía Nacional impidió el acceso de los manifestantes a las instalaciones con 16 agentes uniformados y varios de paisano. Fue necesario incluso el corte de la calle de entrada al centro operativo del plan Infoex, donde los policías se colocaron en dos filas para cortar el paso a la protesta. El subdelegado del Gobierno, Fernando Solís, que acudió a la zona, aseguró que el operativo estaba previsto de antemano para evitar alteraciones de orden público y garantizar que no se produjeran daños a bienes o personas.

Antes de la protesta, los familiares de los bomberos habían celebrado un multitudinario acto de apoyo en el parque de Cáceres en el que corearon gritos contra el presidente de la diputación, Juan Andrés Tovar. Criticaron la subida salarial que los diputados aprobaron al inicio de la legislatura y pidieron al equipo de gobierno que aclare cuánto dinero ha gastado en publicidad para defender su postura en el conflicto. Al final del acto, Felipe Fernández, uno de los bomberos encerrados, aseguró que el colectivo emprenderá acciones legales "por injurias y falsedades" contra el equipo de gobierno al que acusó de haberles "insultado públicamente". En el acto hubo una nutrida presencia de diputados provinciales y dirigentes del Partido Popular.

SIN SALIDA Mientras tanto, la solución al conflicto sigue estancada. El colectivo de bomberos se niega a reconocer cualquier acuerdo que firmen las centrales sindicales con la diputación y exigen que sean ellos mismos los que negocien el acuerdo. Joaquín Fernández, uno de los portavoces, aseguró que el ánimo de los encerrados sigue "cada vez mejor" y remarcó que "los representantes sindicales y los 160 bomberos del Sepei están en contra" de lo que acuerden sindicatos y la diputación. Fernández insistió también en que los bomberos contratados para sustituirles "no están capacitados".

Asimismo, anunció que han recibido un comunicado de sus compañeros de Badajoz, dependientes de la diputación, en el que les aseguran que si no se soluciona pronto el conflicto se sumarán a la huelga de hambre. Fernández dijo que es "mentira" que se vayan a abrir cuatro parques nuevos "porque ya están creados para verano" e insistió en que los 50 bomberos "son forestales de verano. Los parques deben ser de nueva creación y los bomberos por oposición".