La subida de la tasa de la ayuda a domicilio crispó ayer el pleno del ayuntamiento. El motivo de discordia fue el rechazo por parte del gobierno municipal de una moción presentada por la oposición (PSOE, IU y la concejala no adscrita) que tenía por objetivo suprimir el aumento del precio del servicio de teleasistencia. La votación provocó momentos de tensión en la sesión, en la que hubo gritos, insultos y pancartas en contra del aumento de la tasa por parte de usuarios de la misma. Era la segunda vez que se debatía este asunto en pleno, pero la tensión fue tal que la alcaldesa, Elena Nevado, amenazó en varias ocasiones con expulsar a los mayores presentes en el mismo.

Cabe recordar que la ordenanza fiscal establece un precio por cada hora de servicio en base al ingreso que percibe cada usuario. La cuota anterior estaba entre los 27 céntimos/hora (para ingresos inferiores al 65% del SMI) y 5,6 euros (para ingresos superiores al 245% del SMI). La nueva cuota que entró en vigor en agosto está entre los 46 céntimos por hora (para los ingresos inferiores al 65% del SMI) y los 9,3 euros (para los ingresos superiores al 145% del SMI).

5.000 FIRMAS El cacereño Juan Baz Acebo, portavoz de la plataforma de ciudadanos creada en contra de la subida de la tasa e hijo de una mujer de 90 años afectada por la medida, volvió ayer a tomar la palabra en el pleno (ya lo hizo en el del 18 de julio por el mismo motivo). Presentó en la sesión las 5.000 firmas recogidas en la calle para apoyar la supresión de la tasa y solicitó al gobierno que debata con el colectivo la modificación de la ordenanza fiscal. "La nueva ordenanza establece precios del servicio abusivos, escandalosos, fuera de lugar", dijo Juan Baz, que reprochó a Nevado que la subida de precios en otros aspectos "nunca ha llegado a estos valores". Asegura que el aumento es de "más de 300%, del 560% o del 896%" para los usuarios. "Esto se hace a un colectivo débil, sin voz y con muchas necesidades cotidianas al final de su vida".

El portavoz denunció que la nueva ordenanza "coloca a los usuarios en una situación de indefensión" y ha provocado bajas en el servicio (un centenar según sus cálculos). Baz se quejó también de que en la medida "los tramos más altos de ingresos son los que porcentualmente tienen las subidas más bajas".

Por su parte el portavoz del equipo de gobierno, Valentín Pacheco, insistió en que la ordenanza llevaba desde 2002 sin revisarse. "La Junta de Extremadura nos retiró las cantidades que nos daban para la ayuda a domicilio y este ayuntamiento tenía dos opciones: o suprimir el servicio o seguir dándolo. Decidimos seguir dándolo y nos vimos obligados a revisar las tasas", insistió Pacheco, quien añadió que, según las cifras del Instituto Municipal de Asuntos Sociales (Imas), se han dado de baja 40 personas (en total 180 horas).

Según el portavoz "el 76% de las personas que reciben el servicio de ayuda a domicilio van a pagar entre 0 euros y 3,25 euros". Señaló también que los usuarios que más pagarán son aquellos con una renta media de entre 15.000 y 21.000 euros al año. "Lo que se está diciendo con esta revisión es que esas personas que se pueden permitir el pagar y aportar un poco van a hacer (pagando más) que el servicio a domicilio siga". "O ponemos una tasa o en la situación en la que estamos no podemos mantener los servicios", sentenció Valentín Pacheco.

Asimismo, el portavoz del gobierno indicó que la subida de la tasa se lleva a cabo también para equiparar el coste real que actualmente tiene ese servicio, que ronda los 11 euros la hora. "Era una competencia desleal para las empresas que quieren vivir de esto", dijo.

Los partidos de la oposición solicitaron por activa y por pasiva la supresión de la tasa y animaron al gobierno municipal a que la revisión de la ordenanza fiscal se debatiera junto con la plataforma de usuarios. "Esta subida de la tasa no nos conduce a nada. En 2007 Saponi subió las horas de la ayuda a domicilio y amplió el servicio", se refirió la concejala no adscrita, Marcelina Elviro.

Los grupos de la oposición también hicieron referencia a que la subida de la tasa supondrá pérdida de empleo, debido a las bajas producidas como consecuencia de las personas que prescinden del servicio por no poder hacer frente a su precio, según indicaron la concejala socialista, Ana Garrido, y el edil de Izquierda Unida, Manuel Cruz.

Por su parte Elviro recordó que el objetivo de la ayuda a domicilio es: "Crear empleo, conciliar la vida familiar y laboral y proteger a nuestros mayores para que vivan en su entorno y no tengan que ir a una residencia. Esta tasa es pecata minuta para un presupuesto de 70 millones de euros", aseguró la concejala Marcelina Elviro.