En el top 15 nacional. Y sin visos de mejora. El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha hecho público los índices de envejecimiento por provincia y la de Cáceres no sale bien parada. Ya hay 158 mayores de 64 años por cada 100 adolescentes (menores de 16), casi cuarenta personas por encima que la media del país (116). La tendencia apunta, además, a un envejecimiento progresivo que en el caso del territorio cacereño no se ha detenido desde 1975, año al que se remontan los datos del INE. Entonces, el índice no llegaba al 43%. Ahora, éste se dispara hasta algo más del 158%.

El aumento de esperanza de vida, el descenso de la natalidad y el éxodo de los jóvenes por los efectos de la crisis económica son algunos de los factores que explican esta subida. Además, si bien es cierto que la provincia cacereña se encuentra todavía lejos de las que registran los guarismos más elevados en España (Ourense y Zamora, con un 292% y un 283% respectivamente), no lo es menos que la distancia respecto a las más jóvenes también resulta significativa (Murcia y Almería, con un 80.9% y un 77.2 respectivamente). La equidad, en el caso de Cáceres, se alcanzó en 1997, cuando el número de jubilados igualaba al de adolescentes. Desde entonces, la bajada ha sido en caída libre.

La sangría demográfica es una constante desde que se tienen datos del INE. En 1975, la provincia contaba con 43 mayores de 64 años por cada 100 menores de 14, cifra impensable en la actualidad en ninguna comunidad del territorio nacional. Este número fue en en aumento poco a poco hasta la década de los noventa, en la que se disparó. Desde 1991 hasta el 2000, el porcentaje subió en más de 45 puntos. La hemorragia no se detuvo a partir del nuevo milenio, aunque se estabilizó ligeramente (más en el conjunto del país que en Cáceres), desde el 2004 al 2008. Actualmente, el número ha ascendido hasta el 158% consignado, más de un 110% con respecto a la cifra de hace cuarenta años.

Estas cifras han propiciado que las personas mayores de 64 años ya representen más del 20% del total de la población cacereña (en 1975 no llegaban al 13%) y que la edad mediana (medida estadística de posición que se expresa como la edad que divide la población en dos grupos de igual número de personas) haya aumentado de manera significativa: de los 32 años en 1975 a los 46 de la actualidad. Si a todo ello se añade la desesperanzadora tasa de nacimientos, 641 por cada 1000 defunciones, la perspectiva de futuro resulta desalentadora.

DEPENDENCIA Todo ello, además, hace que la provincia registre una tasa de dependencia (índice demográfico que expresa, en forma de tasa y en porcentaje, la relación existente entre la población dependiente y la población productiva, de la que la primera depende) del 55,78%, un par de puntos porcentuales por encima de la media nacional. Sí se arroja algo de luz en este sentido, ya que Cáceres ha conseguido estabilizar esta cifra en los últimos años inmune a la tendencia del país, incuestionablemente al alza.