Lagos, puentes, jardines, árboles, pérgolas... Pocos dirían que esta zona del sur cacereño era un auténtico erial desolado hace sólo algunos años. El Norba Club de Golf celebró ayer con cierta sensación de eficiencia y orgullo su décimo aniversario, una década en la que ha logrado consolidar una campo de golf muy completo con instalaciones coquetas y acogedoras. "Voy a ser sincero: hace diez años no creíamos que fueseis capaces de conseguir esto, pero vuestro esfuerzo ha merecido la pena", confesó el alcalde, José María Saponi, invitado ayer a la fiesta conmemorativa.

Los actos comenzaron al amanecer con el V Trofeo Presidentes, en el que participaron un centenar de socios --el club cuenta con 700 miembros--. El calor hizo mella en el ánimo de muchos jugadores, aunque pareció dar alas a Carlos Alonso, ganador en categoría absoluta. Primero en handicap fue José María de Francisco Simón.

Oro y brillantes

Finalizada la competición, comenzó el encuentro social para conmemorar diez años de éxitos. Los protagonistas fueron los cuatro presidentes que han estado al frente del club desde su fundación, José Luis Rodríguez, Jorge Campillo, Luis Ruiz Ortigosa y Antonio Vázquez, quienes recibieron la insignia de oro y brillantes entre los aplausos de numerosos socios. El alcalde entregó los trofeos de la prueba matinal acompañado por el coronel jefe del Cimov, Domínguez Valor, y la fiesta concluyó con un apetecible lunch de mediodía en las instalaciones sociales.

Tomás Sánchez Vaca, actual responsable, agradeció el apoyo de todos, socios y empleados, "por un logro que se suma a la vocación turística de esta ciudad". Sin embargo, recordó el trabajo "que aún nos queda para mantener y mejorar las instalaciones, que son un pozo sin fondo". En este sentido, adelantó las gestiones realizadas mediante mailing , contactos con distintos hoteles y promoción por Internet, a fin de atraer jugadores de fuera de la comunidad, especialmente de Madrid y el extranjero, para aumentar su financiación.