La última etapa de Capitol acaba como empezó: con la puerta cerrada. El mismo día que pretendía arrancar el nuevo proyecto en marzo de este año el ayuntamiento canceló la actividad porque la sala carecía de licencia para organizar grandes eventos y vender alcohol y, finalmente, tras meses de intentos de negociación, los promotores han decidido renunciar al proyecto y la sala seguirá cerrada ‘sine die’.

Los empresarios justifican su decisión en la falta de garantías. «Con esas condiciones no es viable», alega a este diario José María Gijón, uno de los hosteleros. Cabe recordar que el modelo que propusieron los nuevos promotores se orientaba al ocio nocturno y a la programación de conciertos y la sala solo tiene permiso para programar actividades culturales como exposiciones y proyecciones de cine.

En ese sentido, aseguran que han solicitado al ayuntamiento una modificación en el uso del espacio, pero Urbanismo alega que la zona de la plaza Mayor, al igual que Pizarro y La Madrila, es considerada ‘zona saturada de ruidos’ y no puede conceder más licencias de este tipo. De este modo, el espacio volverá a manos de EspañaDuero, su propietario, a la espera de que alguna empresa o promotor individual vuelva a interesarse por su gestión.

APERTURAS FALLIDAS // La fortuna pareció sonreír a la sala hace dos años cuando después de varios años sin actividad la compañía teatral Maltravieso, dirigida por Isidro Timón y Amelia David, decidió ponerse al frente para programar actividades. Sin embargo, un año después y tras no conseguir los objetivos de afluencia de público, abandonaron el proyecto y volvió a echar el cierre. Meses después tres promotores relacionados con la hostelería volvieron a interesarse por el espacio y decidieron apostar por un modelo diferente, más orientado a la noche. Con la programación mensual elaborada y a unas horas de la fiesta de inauguración, el ayuntamiento notificó que no había permiso para organizar grandes eventos ni dispensar bebidas alcohólicas, una cuestión que confrontaba con la orientación que los hosteleros pretendían darle a la sala. En cualquier caso, insistieron en que buscarían alternativa para reanudar la programación «después del verano» aunque el espacio sigue cerrado desde abril. Y seguirá así sin fecha hasta que encuentre nuevo inquilino.