Cáceres tiene uno de los municipios más grandes de España, pero la mayor parte de su término cuenta con alguna protección ambiental, en especial por las zonas de interés regional o zepas de sierra de San Pedro y de los Llanos. Esta última rodea el casco urbano por el este, norte y sur. El gobierno local se plantea una modificación del plan de urbanismo para facilitar la implantación de plantas fotovoltaicas. Hay hasta seis iniciativas, según se avanzó el pasado lunes en el dossier informativo sobre el balance de los cien primeros días que realizó el gobierno local.

De esta modificación se habló en la última comisión informativa de Urbanismo ante una consulta hecha por una de las empresas interesadas en la instalación de una planta fotovoltaica. El plan general de urbanismo prohíbe expresamente todas las instalaciones relacionadas con la producción de energía en las zonas de protección más restrictivas de las dos zepas. En el resto sí lo permite pero con la limitación de cinco megavatios y/o diez hectáreas por instalación y siempre que éstas se sitúen en áreas sin vegetación arbórea.

El cambio del plan de urbanismo que se plantea es ampliar la capacidad de la instalación y la superficie, «las que se instalan son a partir de los 20 megavatios y en más de 50 hectáreas», comentó el concejal de Urbanismo, José Ramón Bello, que añadió que en este asunto se va «de la mano de la Junta». Esta modificación podría necesitar la aprobación definitiva de las administración autonómica.

El plan rector de la zepa de los Llanos, que es la que ocupa más superficie del municipio, establece cuatro niveles de protección o uso. En los dos primeros, restringido y limitado, solo se permiten nuevas construcciones si están ligadas a actividades agrícolas o ganaderas cuando se cuente con una superficie mínima de 50 hectáreas. En las otras dos, usos compatible y general, es más permisivo, aunque con limitaciones. El plan de Cáceres impide las plantas fotovoltaicas en las áreas 1 y 2 de protección de la Zepa, mientras que en el resto fija los límites de 5 megavatios y 10 hectáreas que ahora se quieren ampliar.