Eran las 18.20 cuando Isabel Gómez marcó por primera vez el teléfono 927 622 016 para apuntar a su hija a natación. El plazo de inscripción había comenzado a las 18.00 horas y veinte minutos después el teléfono no paraba de comunicar. Continuó llamando insistentemente hasta las 20.00 horas, pero nadie contestó.

Entonces decidió llamar al edificio Valhondo para informarse de qué debía hacer para que su hija entrase en una lista de espera, puesto que no había conseguido tampoco que alguien tomara sus datos. Segundo intento fallido: Nadie le atendió en este otro sitio. "Pudimos hacer cerca de 200 llamadas. Colgábamos y llamábamos, así durante dos horas. Al final a las 20.15 horas se me ocurrió volver a llamar, me lo cogieron y me dijeron que no había plaza, que mi hija entraba en lista de espera", cuenta a este diario Isabel Gómez.

Más casos

Lo mismo le sucedió a una pareja que se puso en contacto con este diario, pero que prefiere no dar su nombre. En este caso cogieron cinco terminales e hicieron llamadas desde los cinco. Su hijo corrió peor suerte, ya que nadie contestó ni para coger sus datos y entrar en una lista de espera.

"Siempre he ido a las 06.00 horas a Valhondo, veía a la gente que había delante de mí y podía hacerme una idea de si mi hija cogería plaza o no. De esta manera es imposible saber si te están engañando. Yo llamé la primera vez a las 18.20 horas, si no matriculé a mi hija fue porque no me cogieron. ¿Cómo dicen entonces que es por orden de llegada?", se pregunta enfadada Isabel Gómez, que cree que este sistema es "peor" porque "nadie te atiende, ni siquiera un contestador automático".