La Puerta de Coria o Arco del Socorro fue una de las cuatro puertas que tenía el recinto amurallado romano de la colonia Norba Caesarina. Se encontraba en la parte septentrional en la actual plaza del Socorro en la Ciudad Monumental de Cáceres, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde el año 1986.

De las cuatro puertas romanas que poseía la ciudad tan sólo se conserva la del Río o del Cristo, situada al este. La situada en la parte oeste entre las torres del Horno y de la Yerba en la plaza de las Piñuelas fue derruida en la invasión almohade por ser fácilmente practicable. La Puerta de Mérida que se encontraba en la parte sur se derribó en el año 1751 porque no permitía el uso de los carruajes al interior de la ciudad antigua.

Según la tradición popular por la Puerta de Coria entraron las tropas cristianas de Alfonso IX de León el 23 de Abril de 1229 para la reconquista de Cáceres, por eso fue llamada también Arco del Socorro y posteriormente por tener en una hornacina una imagen de Nuestra Señora del Socorro.

En el año 1764 ya hubo una petición ante el consistorio por parte de D. Pedro Antonio Roco de Godoy para su derribo para facilitar el acceso de coches y carretas a la ciudad antigua pero no prosperó.

La Puerta de Coria fue derruida en el año 1879 por el Ayuntamiento a instancias de D. Joaquín Muñoz Chaves, político, diputado, senador, decano del Colegio de Abogados, etc., que habitaba un palacete en la calle Tiendas, porque consideraba que dicha Puerta era un foco de suciedad constante, que no tenía mérito artístico alguno y que sus pesadas puertas y arcos suponían un estorbo para el ensanche de la ciudad.

Realizó su petición al Ayuntamiento, presidido por José López-Montenegro y con el visto bueno del arquitecto municipal Emilio María Rodríguez fue autorizada la demolición del arco, pagando los gastos que ello ocasionara D. Joaquín Muñoz, pudiendo disponer de los materiales de la Puerta como él quisiere.

Enterada la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de que se iba a derruir el Arco mandó un informe oponiéndose, pero cuando llegó al Ayuntamiento de la Puerta ya no quedaba nada en pie. Como pasó con la Puerta de Mérida, la Puerta de Coria fue otro de los monumentos histórico-artísticos importantes de la ciudad que desaparecieron fruto del capricho de personas con influencia política pero que demostraron una gran insensibilidad con la historia y el arte cacereño, contando con la permisibilidad municipal.

Siguiendo la documentación que tenemos podemos señalar que la Puerta de Coria sería similar al actual Arco del Cristo, con un arco de medio punto con amplias dovelas almohadilladas y sobre la puerta se encontraba una hornacina ocupada con una imagen de la Virgen del Socorro, talla policromada de 30 centímetros realizada en el siglo XVII. Dicha imagen fue retirada y recolocada en el año 1940 en otra hornacina protegida por una reja en la vecina casa de los Condes de Trespalacios. Dicha imagen desapareció a principios del siglo XXI con el cambio de propietario y reforma del edificio, sin que en la actualidad tengamos noticias de su paradero.

La puerta se encontraba flanqueada por dos torres que después de derribarse la muralla quedaron integradas en las casas cercanas; una en la casa de los Condes de Trespalacios y la otra entre la calle Zapatería y el Arco de España, A los pies de esta torre estaba el patrón de medidas de la Villa.. En el siglo XVIII se construyó un arco de gran belleza con bóveda de ladrillo para unir la Casa de los Condes de Trespalacios con la de los Márquez de la Plata, sobre la calle Adarve del Obispo Álvarez de Castro; conservándose en la actualidad.

En la actual plaza del Socorro se ha construido un pequeño jardín en el que se pueden observar restos de la antigua muralla romana de la ciudad.