Los chicos del coro es una película francesa dirigida por Christophe Barratier y estrenada en 2004 que explora el dolor de la separación de un niño de sus padres y la trascendencia de la música como la mayor forma de expresión del ser humano. Aquella película marcó seguramente un antes y un después en el acercamiento de la música coral a la sociedad, teniendo en cuenta que hasta entonces muchos sectores entendían que este tipo de sinfonías se reservaban a un público exclusivo y selecto.

Hoy, sin embargo, los coros abundan y, más aún, triunfan. Un caso muy cercano se llama Gravex, el primer coro de voces graves de Extremadura, una agrupación coral en la que sus 18 cantores son hombres, dirigidos por una mujer, Marta García Ortiz, una emeritense diplomada en Educación Infantil que inició sus estudios musicales de conservatorio con tan solo 8 años.

La mayor parte de componentes de Gravex participan en las agrupaciones vocales más importantes de la región: el coro Ad Libitum de Mérida, Amadeus de Puebla de la Calzada, Arte Vocal de Villanueva de la Serena, Coro de la Universidad de Extremadura con sede en Cáceres y el Coro de la Fundación Orquesta de Extremadura con sede en Badajoz.

Profesionalidad

Muchos de sus cantores han sido alumnos de renombrados profesores de canto como María Coronada Herrera, Jordi Ricart, Carmen Solís, Celia Sánchez del Río, Amaya Añúa, Teresa Loring... o son en la actualidad alumnos de grado medio o superior de los conservatorios de Extremadura. En sus filas se incluyen, además de cantantes, saxofonistas, organistas, pianistas, guitarristas... El coro está formado, junto a su directora, por cinco bajos, cuatro barítonos, cinco tenores primeros y cuatro tenores segundos.

Gravex está de fiesta, de puesta de largo más bien. Desde su fundación, el 24 de septiembre de 2010, con ensayos de dos horas y media todos los lunes, el coro debuta hoy a las 20.30 en la Sala de la Autonomía de la Asamblea de Extremadura en Mérida y mañana lo hará en el Centro Cultural Capitol de Cáceres, a partir de las ocho de la tarde, con entrada libre. El 25 de marzo estarán en el conservatorio de Almendralejo a las 20.30, y el 1 de abril, a la misma hora en el Meiac de Badajoz.

En su primer proyecto abarcan un repertorio con variedad de lenguajes expresivos y autores muy dispares. Entre las piezas, el amor agónico que proclama Claudio Monteverdi, la exhalación del espíritu de Jesucristo a través de la obra maestra de Tomás Luis de Victoria, el Ave María de Franz Biebl, una de las piezas más bonitas, interpretada a doble coro y con el solo de uno de los tenores, y ese Casi que la compositora Marta Lozano dedica a Gravex: un susurro de amor al oído tratando de salvar la oportunidad perdida, como en aquella película de Los chicos del coro donde la música era la mayor forma de expresión del ser humano.