La nueva zona azul divide a la ciudad. La propuesta que plantea duplicar las plazas de estacionamiento controlado en la capital cacereña salió aprobada esta semana en un pleno tenso por las quejas de los vecinos y ese debate trasciende a la calle. Mientras el gobierno local defiende la medida con el argumento de reducir el tráfico «de saturación», los vecinos cacereños califican el nuevo servicio de «robo».

Cabe recordar que la reordenación del aparcamiento de pago salió adelante con los votos a favor de PP y Ciudadanos, que en un principio mostró su rechazo a la propuesta inicial de los populares que proyectaban 2.700 plazas -la actual propone 2.070-. El PP decidió modificar el expediente y tras asumir dos peticiones más del partido naranja que pidió excluir varias calles del contrato y limitar la tarifa de los residentes a 3 euros, contó con el voto favorable del grupo cacereño del partido de Albert Rivera.

No fue así por parte de PSOE y de Cáceres Tú, que manifestaron su disconformidad rotunda frente a la medida. En el caso de los socialistas, Luis Salaya, portavoz de los socialistas argumentó su posición contraria en que la zona azul no es más que «una privatización del espacio público» y un «sistema injusto y fallido». Prácticamente la misma postura compartió esta semana Consuelo López de Cáceres Tú para analizar su voto en contra. La portavoz de la formación morada instó a mejorar «el transporte público» o desarrollar «aparcamientos disuasorios gratis» antes de aplicar un aumento de las plazas de pago.

Si la sesión fue tensa ya en las bancadas, el nerviosismo se apoderó de los vecinos que habían asistido al ayuntamiento para presenciar la aprobación de la polémica medida. Armados con carteles de denuncia, elevaron el tono en varias ocasiones para reiterar su reivindicación en torno a una subida que consideran «ridícula», reprocharon la falta de cercanía del equipo de gobierno con los cacereños e incluso cuestionaron una alianza de beneficios entre el ayuntamiento y la empresa que gestiona la zona azul. En ese sentido, consideraron destacable también el «menosprecio» hacia los residentes en localidades aledañas que se desplazan a trabajar o para hacer gestiones en la capital cacereña. Este último alegato fue lanzado por los cacereños después de que el portavoz del equipo de Gobierno, Rafael Mateos, instara al alcalde a desvincularse de la protesta al alcalde del Casar de Cáceres, que hizo pública su disconformidad con la medida.

El único cambio que asume el ayuntamiento por el momento tras la protesta vecinal y de los grupos, es eliminar la restricción de no poder aparcar durante más de dos horas, pero a través de una ordenanza.

MANIFESTACIÓN EL VIERNES // Desde un primer momento, los vecinos movilizaron sus recursos para mostrar su descontento. El pasado domingo, alrededor de un centenar de cacereños se manifestaron frente al ayuntamiento para dejar clara su postura. De hecho, este pasado lunes, a pesar de la lluvia, más de cincuenta detractores se reunieron en una asamblea para definir acciones que paralicen la medida.

La reunión, con cierta tensión, acordó convocar una manifestación para el viernes 4 de noviembre a las 20.00 horas. La movilización partirá de la Cruz de los Caídos y recorrerá el centro para alzar la voz contra la propuesta. En todo momento, los vecinos quisieron desvincularse de la ideología de partidos políticos.

Del mismo modo, anuncian otros mecanismos como una recogida de firmas con efectos legales . Para coordinar todas estas acciones, la asamblea del lunes organizó cuatro grupos de trabajo para repartir de las tareas en varias secciones: jurídico técnica, coordinación, movilización y redes sociales. Por último, darán visibilidad al colectivo a través de la página de Facebook ‘No a la zona azul’.