El casco histórico tiene casi medio centenar de locales comerciales cerrados, en régimen de venta o de alquiler. Son los puntos negros del comercio en la zona centro, la más visitada por los ciudadanos en cualquier época del año. Un análisis calle a calle del eje San Pedro-Pintores-plaza Mayor pone de manifiesto que aún quedan un gran número de espacios infrautilizados o en estado de abandono, que no favorecen la imagen de la joya de la corona del comercio cacereño.

Moret y General Ezponda encabezan esta clasificación por vías con mayor número de inmuebles sin uso. En el caso de la segunda, se ha convertido en la más numerosa con siete locales sin actividad, dedicados hace años a locales de copas y que se vinieron abajo tras la prohibición del botellón en la plaza Mayor. En Moret, con media docena que aún no funcionan, la situación contrasta con nuevas aperturas y negocios que han renovado su imagen para atraer al turista o al ciudadano de a pie.

De esta radiografía también se obtiene como conclusión que, a pesar de los cuatro millones de euros de inversión que se destinaron a su remodelación, la plaza Mayor mantiene a día de hoy siete locales cerrados en la antesala de la ciudad monumental. En algunos casos, como los nuevos del edificio situado en la esquina de la calle Gabriel y Galán, se encuentran tapiados y aún no han sido estrenados tras la reforma de un antiguo edificio que fue antes una pensión.

PLANES SIN EXITO A pesar de los intentos para revitalizar comercialmente la zona con los planes de intervención que planteó el Consorcio Cáceres 2016 a través del proyecto Intramuros, la realidad del casco histórico en los aledaños a la plaza Mayor muestra una cara negativa. Por ejemplo, en La Concepción sigue habiendo cuatro locales cerrados, una de las zonas en las que intervino Intramuros con subvenciones a locales, principalmente de hostelería, para que se instalarán allí.

También llama la atención que Pintores, una de las principales arterias comerciales de la capital cacereña, continúe con cinco locales sin actividad, máxime si se tiene en cuenta el gancho que suponen primeras marcas de textil que atraen público a la zona como Springfield, Bershka o Kiddy's Class.

VICTIMAS DE LA MOVIDA En el entorno de San Pedro, una de las pocas calles que no presenta locales cerrados, también se localizan otros puntos negros como el primer tramo de Roso de Luna desde Camino Llano, donde pueden encontrarse tres espacios cerrados, con uno más en la subida hacia San Juan.

En la zona de copas de Donoso Cortés-Pizarro, donde se concentran buena parte de la actividad nocturna del centro, se contabilizan un total de ocho locales, cuatro en cada calle, que ocupaban, por ejemplo, una zapatería o un hotel con encanto.

El bajón de la movida en la última década en la zona de la plaza Mayor también ha pasado factura a los pubs de la calle Gabriel y Galán --vía que comunica las Cuatro Esquinas y la plaza Mayor--, donde hay cuatro locales cerrados que, a excepción de uno, se dedicaban a la hostelería. Por contra, la calle Paneras, que comunica la plaza Mayor con Obispo Galarza, solo tiene un local cerrado. Muy cerca, un histórico como fue la librería Chelo ya está en venta tras el fallecimiento de su propietaria.