Vivimos en la sociedad del ‘erre que erre’, que predetermina la forma en que han de actuar los hombres y el modo en que han de hacerlo las mujeres. Falacias históricas a las que hay que poner freno para mostrar otras formas de masculinidad igualitarias. Seguramente por eso es tan importante la actividad que mañana miércoles, a partir de las 21.15, organiza la Plataforma de Mujeres por la Igualdad de Cáceres en colaboración con la Asociación de Amigos del Parque del Príncipe.
La celebran en el Auditorio del espacio verde con una charla coloquio y posterior debate sobre ‘Estereotipos de género’ y la proyección de la película ‘No soy un hombre fácil’, de la francesa Eleonore Pourriat en la que un machista irredento prueba su propia medicina cuando despierta en un mundo dominado por las mujeres.
Serán, seguro, interesantes las conclusiones que se extraigan en el acto. Así lo estima Vanessa Lesme, del grupo coordinador de la plataforma, que insiste en la necesidad de habilitar espacios públicos para que las personas puedan hablar de estereotipos de género, cuáles son sus consecuencias y cómo inciden en perpetuar las desigualdades. Se trata, pues, de buscar herramientas para que la igualdad pueda ser efectiva.
MUJER FLORERO / El cine es buen ejemplo de esas lagunas. «Nos presentan a la mujer en segundo plano; es difícil que sean protagonistas; más bien mujeres florero, mujeres adorno, que solo piensan y actúan en función de lo que dicen los hombres». No deja de ser, como expresa Lesme, «una visión androcentrista». ¿Y cómo influye esa manera de entender el mundo? «De un modo negativo», sentencia la integrante del colectivo: «El cine muestra a una mujer joven, de cuerpo escultural, poco inteligente; una imagen corporal con una visión muy sexista».
Esto implica que, desde pequeñas, las mujeres sufren una presión social por no verse representadas en esas otras que aparecen perfectas en la gran pantalla. Pero también hay una incidencia en el empleo. «Madre, ama de casa, entregada al esposo... Y cuando quieren trabajar les preguntan: ‘¿Eres madre, tienes hijos?’ De manera que esos estereotipos -reitera Lesme- tienen consecuencias negativas en las mujeres».
Estas situaciones repercuten igualmente en los hombres. Cuando un padre asume sus responsabilidades dentro del hogar la mujer suele decir: «Mi marido me ayuda en casa. No: esa es su obligación», replica Vanessa Lesme. «A la hora de elegir las profesiones, por ejemplo, si eres enfermero o peluquero, el imaginario que se extiende es que el hombre es gay. Los hombres no se pueden expresar, deben ser superhéroes, sin sentimientos y tener varias parejas a la vez, siempre mujeres, por supuesto». Es la extensión, tanto en el cine como en la vida, de «un modelo heteropatriarcal que el hombre debe asumir como idea única a seguir».
Por eso, a juicio de la plataforma, hay que fomentar otras masculinidades igualitarias capaces de avanzar en un modelo de sociedad que consiga equiparar a los hombres y las mujeres. Es ese mundo del erre que erre, contra el que hay que luchar, contra el que hay que salir a la calle para evitar que ese tipo de pensamiento acabe en conductas violentas. De hecho, Vanessa Lesme participó ayer en un nuevo minuto de silencio contra la violencia machista por los dos recientes asesinatos de María Pilar C. de 48 años, en Madrid, y de Dolores L. R., de 74, en Jaén. Y entretanto, ya en cartera, la manifestación nocturna SOS Emergencia Feminista ‘La noche será violeta’, prevista para el 20 de septiembre, a las 20.30, en la plaza Mayor.