Lorenzo Campos Lucas tiene 74 años y desde hace cuatro décadas reside en el número 12 de Fuente Concejo. "Aquí han nacido y se han criado mis tres hijos y aquí vivo desde que me casé", cuenta orgulloso. Lorenzo reconoce que las noticias sobre el derribo de más de una veintena de viviendas de Fuente Concejo y la calle San Roque para construir un gran parque --previsto en el Plan General Municipal (antes denominado PGOU) y contra al que los afectados de esta zona han alegado-- le quitan el sueño. "Los vecinos estamos intranquilos porque ni nos avisan, ni nos informan sobre este tema", critica Lorenzo, quien asegura que se sienten "abandonados porque nadie se ha interesado por nosotros".

Lorenzo Campos ahora está jubilado, pero ha trabajado toda la vida en el vivero municipal, a pocos metros de su casa. Este vecino se pregunta "por qué no tiran el vivero, que es del ayuntamiento, para hacer el parque y nos dejan vivir tranquilos".

Abandonar sus casas --en las que han invertido años de esfuerzo y sacrificios-- es la última opción. No obstante, Lorenzo reclama que, si finalmente esta situación se produjese, los vecinos sean reubicados cerca de su barrio "de toda la vida" y "sin engaños". "Que sea permutada una casa por otra, porque a mi edad no me vale que me den otra vivienda y luego me la valoren y me digan que tengo que pagar x dinero más", advierte.