LA RESIDENCIA Asistida volvió ayer a ser centro de protestas, esta vez de la totalidad de la plantilla de camareros-limpiadores, apoyados por delegados sindicales de CSI-CSIF, que se concentraron a las puertas del edificio para solicitar un aumento de la plantilla.

CSI-CSIF solicitó por escrito el pasado 20 de abril a la Consejería de Bienestar Social que incrementara esta plantilla con 10 plazas más, del que todavía no ha tenido respuesta, informó el sindicato. Con la plantilla de 42 camareros-limpiadores "se hace muy difícil atender a los más de 320 asistidos que tiene este geriátrico".