Los vecinos de las calles Santa Rita y Hortelanos se quejan del estado de sus calles, que califican de «inaguantable». Estas protestas se fundamentan en dos ejes principales: Por un lado, los contenedores que se aglomeran frente al parking de autocaravanas de Valhondo, donde se abandonan hasta el momento de la recogida. Los residentes aseguran que no son los únicos que tienen que soportar los hedores que escapan de la zona, y que tampoco les afectan solo a ellos los gatos, ratas y otro tipo de fauna que se ve atraída por la promesa de los desechos. Aseguran que es un problema para el turismo, pues es perfectamente visible (y puede olerse sin problemas) desde el propio aparcamiento. «No sé qué imagen se van a llevar de Cáceres si lo que se encuentran es basura», explica Tomás, el vecino cuya vivienda queda justo frente al área.

De contenedores va la cosa, y su otra reclamación hacia la empresa Conyser (encargada de limpieza y mantenimiento) no podría ser más dispar: Desde la Ronda del Matadero hasta la carretera de Madrid solo hay un depósito de basura del que puedan hacer uso. Vecinos mayores o con problemas de movilidad se quejan de la odisea en la que se convierte de forma diaria deshacerse de sus residuos. Conyser, sin embargo, defiende que sus camiones encuentran imposible adentrarse en la vía por la presencia de vehículos estacionados ilegalmente.

Los residentes se quejan también por los problemas relacionados con la escombrera de titularidad privada que se encuentra tras algunas viviendas. Esta no solo ha producido una gran cantidad de maleza, que incrementa el peligro de incendio en épocas estivales, sino que también atrae y se convierte en hogar de todo un abanico de alimañas. Raúl, un vecino desde cuyas ventanas puede verse perfectamente la zona problemática, explica a qué se enfrentan «Hay unas culebras enormes y ratas como gatos. Eso no puede permitirse, porque es peligroso para nuestros niños», se lamenta.