Una pitada protagonizada por algunos vendedores del mercadillo y otros conductores despertó ayer a parte de los vecinos de Nuevo Cáceres minutos antes de las siete de la mañana. El atasco que provocó la entrada de los vehículos de los asentadores al final de la Ronda de la Pizarra fue el motivo de la pitada de varios minutos, por la que vecinos del Nuevo Cáceres y Veracruz expresaron ayer sus quejas.

El ayuntamiento recrudeció hace varias semanas el control en el cumplimiento del horario del mercadillo para evitar molestias a los vecinos del entorno. Desde entonces, la policía local impide el acceso a la zona a los vendedores antes de la hora permitida, las siete de la mañana. Sólo los fruteros pueden acceder al recinto a las 6.30, ya que la descarga de su mercancía requiere más tiempo. De hecho, estos vendedores consideran que aún es insuficiente este horario y han solicitado que se les autorice la entrada a las 6.

Los vecinos habían protestado porque algunos puestos se empezaban a colocar a las 4 o 5 de la madrugada. "Estamos más satisfechos con las medidas del ayuntamiento y el cumplimiento del horario, aunque todavía hay muchas molestias con el aparcamiento de los vehículos y esta mañana con los claxon, aunque ha sido la primera vez que ha ocurrido", explicó Juana Salgado, presidenta de Veracruz.