El pleno de la corporación aprobó ayer adjudicar a Canal de Isabel II la gestión del mantenimiento y conservación de la mitad de las zonas verdes de Cáceres. Entre las mejoras que ofrece la empresa, destaca el ahorro del 30% del agua que se gasta en los parques y la reutilización de aguas residuales tratadas y del Calerizo para regar, dado que ahora el 15% del agua potable se usa en los jardines.

Pero la elección de Canal ha motivado protestas y generado dudas sobre la regularidad del proceso seguido. Algunas son:

Empresas eliminadas. Las dos ofertas más baratas, presentadas por Babilonia y la Ute Magenta y Talher, se rechazaron por incumplir el artículo 129.3 del Reglamento de Servicios de las Corporaciones Locales, que obliga a la empresa a ofertar un margen normal de beneficio industrial. La propuesta de Babilonia se rechazó porque para el primer año de la prestación del servicio preveía un resultado deficitario, lo que no garantiza el margen de beneficio. Sin embargo, en el citado artículo se apunta que la retribución se calculará de modo que permita amortizar los costes y cubrir los gastos durante el plazo de la concesión, que es de diez años.

La experiencia. La principal función de Canal, según el decreto que regula su funcionamiento, es el abastecimiento de agua en el área de Madrid, pero el decreto no excluye que preste otros servicios. Sin embargo, se ha argumentado en contra de la oferta de Canal su falta de experiencia en el sector de parques y jardines, citando dos ejemplos: en Madrid ha sacado a subasta la conservación de las zonas verdes de algunas de sus instalaciones y en Cáceres no dispone de especialistas y ahora, y no cuando se presentó la oferta, está gestionado su contratación.