Sobre las 11.35 horas del pasado miércoles, uno de los vecinos de la vivienda situada en la calle General Margallo denunció ante la jefatura de la policía local que el patio del edificio "se encontraba totalmente lleno de excrementos del perro de otro de los vecinos", según informa textualmente el parte de incidencias del cuerpo municipal. Una dotación corroboró la denuncia y se puso seguidamente al habla con la propietaria haciéndole saber de las consecuencias de su actitud.