La experiencia piloto de limitar el tiempo de exposición de contenedores en algunas calles de la zona centro provoca quejas. La medida municipal, que se puso en marcha el pasado viernes, fue criticada ayer por la propietaria del hotel Castilla, situado en la calle Ríos Verdes, una de las vías afectadas por la decisión.

Según explicó Victoria Blázquez, responsable de este establecimiento, dos de los contenedores retirados de la calle Cruz han sido colocados en su fachada provocando "malos olores y moscas". Añadió que empiezan a colocarse a partir de las siete de la tarde y no a las nueve. "A las dos horas ya están llenos. La calle es estrecha y se convierte en un estercolero", dijo.

Pero además de los dos de gran tamaño que se han trasladado de la calle Cruz, Blázquez afirmó que en Ríos Verdes también se colocan otros contenedores pequeños que el ayuntamiento ha distribuido entre los establecimientos para que saquen sus residuos a partir de la medianoche y que no son retirados hasta las diez de la mañana.

Por su parte, el concejal de Infraestructuras, Miguel López, respondió ayer que "los contenedores tienen que estar en algún sitio" y recordó que se trata de "una experiencia piloto". Hizo hincapié en que se han reducido considerablemente ya que, dijo, "antes había 18 en la calle Cruz y solo han quedado dos".