Los primeros trabajos comenzaron el pasado 18 de mayo y según las últimas estimaciones la previsión era que se alargaran por un periodo de seis meses más, aunque el plazo de ejecución era de cinco. Los vecinos de Llopis Ivorra llevan días notando los efectos molestos de las obras y ayer, a través de su presidente, Gregorio Talavera, reclamaron celeridad al ayuntamiento.

La de Llopis es una obra de envergadura --"la más importante que acomete el gobierno en estos momentos", aseguró el concejal de Fomento, Jorge Carrasco--, está presupuestada en su primera fase en 509.000 euros y se adjudicó a la empresa Constructores Gallego Carrasco SL, aunque la intención del ayuntamiento la pasada legislatura era invertir 1 millón de euros en su totalidad.

De momento, solo se ha proyectado el arreglo de una primera fase, en la que se incluyen las calles Colombia, Ecuador, Cuba, Chile, Nicaragua, Venezuela y Bolivia. En todas ellas se renovará el pavimento y la red de saneamiento, que lleva más de 50 años sin tocarse. Además, se mejorará la red de abastecimiento de agua tanto común como individual.

Gregorio Talavera no solo se quejó ayer de la lentitud de la obra, también de la eliminación de las plazas de aparcamiento. "En la calle Ecuador, por ejemplo, están colocando unos acerados de más de tres metros de anchura, y eso no puede ser, aquí en el barrio tenemos un gran problema de aparcamiento porque los bloques no tienen garajes". El líder vecinal lamentó que el anterior equipo de gobierno, "no nos enseñara los planos de la obra, pese a que se comprometieron a ello; ni el señor López ni la señora Heras nos los enseñaron". Talavera se quejó de que la sustitución del aparcamiento en batería reducirá plazas. También lamentó que el edil de Obras se haya trasladado a Valhondo, "cuando su despacho --dijo-- tendría que estar en el ayuntamiento, que es donde han estado todos los concejales de Obras".