LA POLICIA tuvo que acudir a dos domicilios de las calles Tenerife y Numancia. En el primer caso, por las quejas vecinales del ladrido de un perro y en la segunda por una fiesta en un piso colindante. En la calle Cristu Benditu varios jóvenes fueron invitados a abandonar la zona por molestias en la vía pública.