Los árboles de la calle Islas Baleares se han convertido en un problema para los vecinos. Desde hace aproximadamente un año han comenzado a desprender una sustancia negra y viscosa que se pega al pavimento y lo ensucia todo. Los residentes, que acaban entrando en sus casas y en sus vehículos con el calzado impregnado, consideran que estos ejemplares pueden estar enfermos o afectados por un hongo, y piden la intervención del ayuntamiento para solventar la situación.

A simple vista, los árboles llaman la atención: gotas negras van rezumando por las hojas, que están llenas de manchas. La sustancia se desliza por las ramas hasta llegar al suelo, donde la suciedad se extiende por esta calle peatonal que comunica Alfonso Díaz de Bustamante con Isla de Tenerife. «Comenzó hace un tiempo, pero con la llegada del verano es realmente una barbaridad. No llueve y cada vez tienen peor estado tanto los árboles como la calle. Se pone todo perdido», explica el inquilino de un piso anexo.

A ello se une la falta de poda en estos árboles de Islas Baleares, una tarea que los vecinos reclaman desde hace tiempo. Concretamente, afirman que «hace años que no se poda», y cuando se ha hecho, ni siquiera han quitado algunas ramas secas. Esto provoca la concentración de numerosos pájaros, hasta tal punto que los residentes también denuncian la existencia de una gran dormidera centrada sobre todo en Islas Baleares e Isla de Tenerife.

La proliferación de pájaros ensucia a diario las aceras, el pavimento, el mobiliario urbano y los coches, «que no duran limpios un solo día» debido a la continua lluvia de excrementos. De hecho, los residentes buscan aparcamientos entre árbol y árbol para esquivar la suciedad en lo posible, lo que complica el estacionamiento en la zona. El fuerte olor que se acumula cuando no llueve y los ruidos de los pájaros desde el amanecer hacen el resto. Los vecinos reclaman que se actúe de una vez para atajar este cúmulo de complicaciones.