«He aprendido a valorarme como mujer, que nosotras no solo estamos para criar a los hijos», decía ayer Mónica Moreira. Es una de las 30 mujeres de etnia gitana que ha participado en el curso de empoderamiento laboral y social de la mujer gitana, celebrado el Instituto Municipal de Asuntos Sociales (Imas) y financiado por la Junta de Extremadura con 8.700 euros. Todas están en riesgo de exclusión y algunas han sido incluso víctimas de violencia de género.

Valorarse era una de las cosas que más le preocupaba a Mónica porque hasta ahora nadie lo había hecho. Tiene 28 años y dos hijos, de 4 y 8 años. Es madre soltera y se busca la vida como puede. Trabaja por horas los fines de semana de ayudante de cocina y consigue mantener a su familia con ayudas sociales. «Hacemos todo lo posible para sacar adelante a nuestra familia, nosotras también podemos y queremos que se acabe con los estereotipos de la mujer gitana», señalaba ayer Mónica.

El curso ha durado tres meses y lo han impartido psicólogos, asistentes sociales y asistentes jurídicos del Imas. Durante los tres meses han cobrado una beca de 200 euros para ayudarles a adquirir las necesidades básicas para sus familias. Es la primera vez que se celebra pero, dado el éxito, el ayuntamiento quiere hacer una segunda edición.