Lo que todos se preguntan ahora es quién debe hacerse cargo de los daños que ha ocasionado la explosión tanto en las zonas comunes como en las viviendas privadas. En principio, lo que deben hacer las familias afectadas es comunicar a su seguro lo que ha ocurrido para evaluar los perjuicios causados, para que gestione las reclamaciones. Quien debe correr con todos los gastos será la empresa que aseguraba a la vivienda donde ocurrió la explosión, con independencia de que haya sido o no intencionado (si el fallecido tenía seguro, ya que en principio parece que carecía de él). El problema surgirá precisamente si, con las pruebas que recabe la policía científica, finalmente se demuestra que el siniestro ha sido provocado por el fallecido ya que lo más probable es que su seguro no se haga cargo de los daños y esto recaiga sobre su familia. Este proceso se puede demorar en el tiempo. Supondrá una pugna entre las aseguradoras de los propietarios. Pero de momento se trata solo de hipótesis, ya que lo principal ahora es esclarecer las causas de la explosión.

Por otro lado, una vez que se levante la prohibición de acceder al edificio, los vecinos deberán realizar un recuento de los daños que ha ocasionado el suceso en cada una de las dependencias de las viviendas y en las zonas comunes. SIRA RUMBO