Inquietud y ausencia de precedentes. El asalto sufrido en el interior de su chalet por un matrimonio residente en el R-66B el pasado domingo por parte de dos encapuchados, que huyeron sin botín alguno tras golpear al marido con un bate de béisbol, ha despertado la lógica preocupación en el vecindario de esta tranquila y residencial, que espera se quede en un hecho aislado.

Hasta ahora sólo se habían producido robos en viviendas pero sin que sus moradores se encontrasen dentro. Pero el suceso del domingo fue diferente. Los ladrones esperaron a sus víctimas dentro de la parcela de un chalet situado en la calle Isla de la Toja. "En esa zona hay chalets que están protegidos con perros y vallas y otros a los que no es muy complicado acceder", explica Pedro del Carpio, residente del barrio y portavoz del colectivo vecinal.

Aunque todos, incluido la policía, coinciden en que puede tratarse de un hecho aislado, sin paralelismo alguno con el modus operandi de los recientes atracos a chalets en Cataluña, algunas circunstancias están aún por aclarar, mientras la investigación seguía ayer su curso sin que hubiera habido detenciones.

El caso de La Mejostilla

La pareja objeto del robo es de nacionalidad china y regenta un negocio de hostelería. Un suceso similar ocurrido en La Mejostilla con otros ciudadanos de esta misma nacionalidad en otra fecha desconocida induce a pensar, según fuentes policiales consultadas por este diario, que los ladrones sabían que podía haber una importante cantidad de dinero guardada en la casa del R-66B, aunque este hecho no ha trascendido: "Hay veces que se lo han aprendido y buscan un palo fructífero porque lo han intentado en otra ocasión y les ha salido bien", añaden.

Con esta incógnita por despegar, los recelos por la seguridad entre los vecinos de del R-66 se han despertado. Angeles Redondo, presidenta del residencial El Arco, que agrupa a las viviendas del sector A, aseguró ayer que nunca se han producido robos con inquilinos dentro de las casas y que en los casos ocurridos hasta el momento las casas estaban vacías. Pedro del Carpio, del sector B, corroboró también esta opinión al asegurar que los sucesos se limitaban a actos vandálicos en garajes o robos.

Pero los hechos ocurridos en Isla de la Toja han provocado que este portavoz reclame mayor presencial policial en la zona para evitar que se repitan. "Como vecino la preocupación es evidente. La policía patrulla, aunque desconozco la frecuencia. Creo que después de lo que ha pasado debería aumentar el control", afirma.

La petición para que se incremente la vigilancia no pretende alarmar a los vecinos, aunque sí resolver la duda de si se trata de un hecho puntual.