Con una eucaristía en la parroquia de Jesús Resucitado, los vecinos del R-66 recibieron ayer a la imagen de la Virgen de Gracia y Esperanza, que permanecerá en el templo de forma permanente.

La talla, que ha estado cuatro años en la Casa de la Misericordia de Alcuéscar, pertenece a la Cofradía de del Cristo de la Expiración y Nuestra Señora de Gracia y Esperanza. Según su mayordomo, Jesús Brazales, hasta ahora no han tenido la oportunidad de trasladarla a una parroquia cacereña. "Nuestra intención ha sido siempre que viniese a la ciudad para que los hermanos y fieles pudiesen venerarla", añadió.

La misa de ayer, oficiada por el titular del templo, Miguel Angel Morán y en la que cantó el coro parroquial, fue la presentación oficial de la Virgen a los feligreses del R-66. "Hemos querido hacer un acto sencillo, al que hemos invitado a todas las cofradías y a los hermanos en general", señaló Brazales.

Por su parte, el párroco del R-66 aseguró que para la parroquia es "un honor" guardar esta imagen. "Dentro de la iglesia las cofradías tienen una importancia enorme porque la religiosidad popular llega a las entrañas más cotidianas de la vida", dijo.

La imagen de la Virgen de Gracia y Esperanza, que procesiona junto al Cristo de la Expiración el Viernes Santo por la mañana, fue sufragada con las aportaciones de los 350 hermanos de la cofradía. Según explicó Brazales, es "de tipo candelero" y ayer vestía un manto en blanco roto y oro, el mismo que lució en el acto de su coronación.