Hace apenas un mes y medio que la policía local dispone de un radar móvil y son ya casi tres centenares los controles de velocidad que ha realizado.

Cedido al ayuntamiento por Demarcación de Carreteras, a través de la Dirección Provincial de Cáceres, para ser utilizado fundamentalmente en vías donde es frecuente la circulación rápida, como Hernán Cortes o la Ronda de San Francisco, y también en algunas calles de la Mejostilla y Aldea Moret, el dispositivo comenzó a utilizarse a principios de febrero, y hasta ayer había realizado un total de 278 controles, indicó ayer a este diario Carlos Jurado, concejal de tráfico y Seguridad Ciudadana.

Este concretó, respecto a la sanciones que por exceso de velocidad se han impuesto con él, que han sido únicamente 10, "lo que supone solo un 3,6% de los vehículos controlados". Para Jurado estos datos "son muy positivos", pues en su opinión las escasas multas impuestas ponen de manifiesto que la circulación en la ciudad es "adecuada", que los cacereños, en líneas generales, "circulan con prudencia y respetando los límites de velocidad establecidos".

El concejal recordó que la cesión de este dispositivo de medición, denominado cinemómetro, no fue por un tiempo determinado, ni para la realización de una campaña concreta, "en principio es una cesión permanente, o al menos sin fecha", por lo que advirtió que los controles se seguirán realizando. Y se seguirá sancionando a los infractores, que según indicaron agentes consultados ayer por EL PERIODICO, se enfrentan a más de 100 euros de multa si superan en 20 kilómetros la velocidad permitida, "cantidad económica que se va incrementando dependiendo del exceso de velocidad".

ACCION NECESARIA Fueron las quejas de vecinos de calles y zonas de la ciudad donde el tráfico supone un riesgo por ser habituales en ellas la circulación rápida, como son las antes indicadas, lo que motivó la necesidad de utilizar el radar móvil, "que como vemos está dando buenos resultados".

Una de las vías que está siendo más controlada por el radar móvil es la avenida Hernán Cortés. Ello porque además de ser una de las más transitadas de la ciudad y en la que los vehículos circulan muy deprisa al tratarse de una vía larga y con dos carriles en cada sentido, porque fueron precisamente las quejas de sus vecinos lo que motivó que el ayuntamiento y Demarcación de Carreteras tomaran medidas para evitarlo y se cediera el radar móvil a la policía local.

Los vecinos de Hernán Cortés llevaban tiempo transmitiendo sus quejas y preocupación por la velocidad que alcanzaban los vehículos en su calle y el número de atropellos registrados en la misma. Pero por la intensidad de tráfico que registra esta vía, como señalaba en su día el subdelegado del Gobierno, no se podían instalar en ella desaceleradores, por lo que la única solución era la que se adoptó, controlar la velocidad con un cinemómetro.