NACIO EN CACERES, 1945

ESTADO CIVIL CASADO Y CON DOS HIJOS

PROFESION FUE DURANTE MUCHOS AÑOS PINTOR HASTA QUE ABRIO CON SU MUJER HACE 14 AÑOS LA TIENDA DE LOS

EDREDONES DE LA PLAZA MARRON

Rafael Gómez ha regentado durante 14 años junto a su mujer, María Pérez, La Tienda de los Edredones en la plaza Marrón, donde estuvo en su día La posada del Camino Llano. Ahora les ha llegado la hora de jubilarse.

--¿Cómo han sido estos años como comerciante?

--Muy sacrificados. En un comercio, uno no puede ni ponerse malo, ni coger vacaciones, porque si cierras es una ruina, la gente se va a otra parte.

--¿Y antes de la tienda, a qué se dedicó?

--A la pintura de brocha gorda . Empecé a los 12 años y siempre me ha gustado mucho pero lo tuve que dejar por recomendación médica. De todos modos, yo seré pintor hasta que me muera, como los toreros. Hasta trabajé de pintor en Alemania.

--¿Fue a ganarse la vida allí?

--Me fui con 18 años más por aventura, porque no lo necesitaba y aquí tenía trabajo. Allí trabajé primero en una fábrica de caucho, como la de Catelsa, en Frankfurt y luego como pintor. Estuve tres años.

--¿Por qué volvió?

--Tenía que hacer la mili y echaba de menos a la familia, me la tendría que haber llevado. Me tocó hacer la mili aquí y me quedé.

--¿Nunca ha vuelto?

--No y me gustaría, pero a mi mujer le da miedo volar. Aún recuerdo un poco del alemán y cuando viene algún turista lo practico.

--¿Y cuando cierre la tienda, a qué dedicará el tiempo libre?

--A pintar, pero ya con pinceles. Estudié en la escuela de Bellas Artes Eulogio Blasco con el maestro Terrón y ahora tendré más tiempo para dedicarme a mis cuadros.