Cuatro escalones. Es lo que separa a la Plaza San Jorge de la Plaza de los Golfines. Aunque parece un espacio pequeño y sin importancia, se trata de una barrera arquitectónica que impide a las personas en silla de ruedas acceder a la Plaza. Para ello, el Consorcio construirá, con un importe de 18.000 euros, una rampa de unos diez metros de distancia y con una inclinación menor al 10% en la entrada de este espacio. En concreto, la rampa se ubicará junto a esos peldaños de subida pero en dirección hacia la izquierda, en paralelo con la calle Cuesta del Marqués. Para estudiar su correcta creación, han colaborado diferentes colectivos de discapacitados de la ciudad, recalca Jose Luis Sánchez de la Calle. El cerramiento de los laterales de la rampa se hará con granito y se adecuará para que dichos muros sirvan además como asientos.