Instituciones penitenciarias galardonó ayer a tres funcionarios que rescataron a un interno en la prisión cacereña cuando incendió su celda este año. La prisión cacereña reconoció la labor de los trabajadores en el acto que celebraron los centros penitenciarios por la fiesta de su patrona, Nuestra señora de la Merced. en el complejo San Francisco. También galardonó a otros cuatro empleados por sus 25 años de servicio. El acto estuvo presidido por el subdelegado de Gobierno en Cáceres, José Antonio García Muñoz, el teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, Valentín Pacheco, el diputado de Personal de la Diputación de Cáceres, Miguel Salazar, y el director de la prisión Cáceres II, Pedro Rejas.

Los hechos ocurrieron en febrero de madrugada. Un interno del módulo de aislamiento prendió fuego a su colchón y tuvo que ser evacuado por varios funcionarios. El empleado que entró en la celda incendiada aquella noche, galardonado ayer con la medalla de bronce al mérito, calificó de «detalle» el reconocimiento. «Lo sacamos de allí como pudimos y gracias a la acción rápida, con vida», declaró a Europa Press.

El director de la prisión insistió en aplaudir la labor de los funcionarios que «se jugaron la vida» y «fueron más allá del deber». Los sindicatos también aplaudieron la gesta de los trabajadores, pero insistieron en denunciar el déficit de personal y «el deterioro del servicio». De hecho, la celebración se desarrolló con la ausencia de los principales sindicatos de prisiones. Acaip, CCOO y UGT anunciaron a través de un comunicado conjunto su negativa a asistir al acto porque, según apuntaron, «no hay nada que celebrar». En el escrito trasladaron su felicitación a los compañeros, pero mostraron su malestar por la situación actual de los centros penitenciarios. «Seguimos con 3.400 plazas vacantes sin cubrir y con un problema de envejecimiento de la plantilla», insistieron al mismo tiempo que critican la «pérdida de derechos laborales y de salud laboral con más de 500 agresiones físicas al personal cada año».

Por su parte, el subdelegado del Gobierno reconoció que la prisión cacereña es «una de las que está peor dotado de personal» y achacó la situación a la gestión de personal que «aplicó el anterior gobierno». Aseguró por otro lado que 831 de las 900 plazas que se han convocado este año irán destinadas al cuerpo de ayudantes y «servirán para paliar poco a poco el déficit de plantilla» y apuntó que en la próxima mesa de función pública abordarán la mejora de las condiciones salariales de los trabajadores.